Innovación y desarrollo institucional de universidades públicas en Perú

Innovación y desarrollo institucional de universidades públicas en Perú

Actualmente, en Perú existen 51 universidades públicas, muchas de las cuales enfrentan serias limitaciones en términos de recursos financieros, tecnológicos y capacidad administrativa.

En 2023, las universidades nacionales contaron con un presupuesto de 1,418 millones de soles para inversión pública, pero solo ejecutaron 904 millones, lo que revela una deficiente capacidad de gestión. De las 51 universidades, solo 23 lograron ejecutar sus proyectos programados.

Sin embargo, de acuerdo con la SUNEDU, el número de universidades públicas podría crecer aún más, dado que en los últimos años se han presentado 146 proyectos de ley en el Congreso para crear nuevas universidades nacionales, y solo para lo que resta del 2024 se espera la creación formal de 11 nuevas instituciones.

La expansión indiscriminada de universidades públicas puede parecer una solución para mejorar el acceso, pero en realidad, podría agravar los problemas existentes diluyendo aún más los ya escasos recursos.

El Centro para el Análisis de Políticas Públicas de Educación Superior señaló que el país no necesita más universidades públicas, sino que debe fortalecer las que ya existen mediante la ampliación de vacantes, la creación de filiales o la creación de nuevas carreras de demanda empresarial, como las ingenierías, alineando su crecimiento con las necesidades productivas de cada comunidad a la que atienden.

Estas alternativas solo tomarían entre uno a dos años, a diferencia de empezar la creación de una universidad desde cero, lo que podría demandar hasta una década.

En lugar de multiplicar las universidades, el país debería centrarse en fortalecer las existentes. Esto puede lograrse mediante la ampliación de vacantes, la creación de filiales y la introducción de nuevas carreras que respondan a la demanda empresarial y productiva, y a las necesidades de desarrollo regional. Estas alternativas no solo son más rápidas de implementar, sino que también son más eficientes en términos de costo y resultados.

Es fundamental recordar que la educación pública en Perú enfrenta deficiencias significativas. Muchos estudiantes ingresan a las universidades con bases académicas débiles, lo que requiere un esfuerzo adicional para nivelarlos. Por ello, mejorar la calidad de la educación superior no solo pasa por la expansión física de las universidades, sino también por un cambio en el enfoque pedagógico que les permita a sus egresados ser altamente productivos, para lo cual se debe mejorar la transición entre la escuela, la universidad y el trabajo en las universidades estatales.

El modelo tradicional de aprendizaje memorístico debe ser reemplazado por un enfoque construccionista, en el que los estudiantes exploren, investiguen y solucionen problemas de manera activa. Este enfoque no solo prepara mejor a los estudiantes para el mercado laboral, sino que también fomenta un aprendizaje más profundo, significativo e integrado con la tecnología y la productividad.

La revolución digital está transformando la educación superior a un ritmo sin precedentes. Desde plataformas de aprendizaje en línea hasta laboratorios virtuales, las instituciones de educación superior están adoptando herramientas innovadoras para mejorar la experiencia educativa: aulas virtuales y aprendizaje a distancia; uso de dispositivos móviles en la educación; plataformas de gestión del aprendizaje.

A pesar de sus beneficios, la implementación de nuevas tecnologías en la educación superior no está exenta de desafíos como garantizar el acceso a la tecnología para todos los estudiantes, formar una plana docente en el uso efectivo de nuevas herramientas tecnológicas, proteger los datos de los estudiantes y docentes en entornos digitales, y actualizar los planes de estudio para incorporar competencias digitales, por lo que se requiere que las universidades públicas cuenten con los recursos necesarios para integrar estas tecnologías en sus programas académicos y para capacitar a sus docentes en su uso efectivo.

Además, resulta urgente que las universidades públicas actualicen su oferta tecnológica, considerando que hoy existe tecnología que permite convertir cualquier aula de clases en salones interactivos, que facilitan la toma de lista solo utilizando códigos QR y realizar pruebas para medir los conocimientos adquiridos en cuestión de minutos.

La ampliación de programas de financiamiento y becas para estudiantes con recursos limitados es otra estrategia crucial. Estas iniciativas permitirían que más jóvenes accedan a la educación superior sin necesidad de crear nuevas universidades, lo que reduce la presión sobre las instituciones existentes y garantiza que los recursos se utilicen de manera más eficiente.

En resumen, la solución a los problemas de la educación superior en Perú no pasa por la creación de más universidades públicas, sino por la optimización de las que ya existen. Solo a través de un enfoque integral y bien planificado se podrá asegurar que la educación superior en Perú contribuya efectivamente al desarrollo del país.

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