La aprobación del séptimo retiro del fondo de pensiones ha provocado la segunda rabieta de los ayayeros de las AFPs porque vienen criticando al ministro de Economía, José Arista, por no haber “observado” esta ley, sin tomar en cuenta que obtuvo 97 votos a favor. Una batalla perdida.
No contentos con ello, caviares de todo tipo (beluga el más fino, sevruga el más corriente y el “naranja”) han arrastrado una vez más a los “rojos” (excomunistas), esta vez, para interpelar al ministro por el aumento de la pobreza de 20% a 29 % en el período 2020-23, sin reparar que cuenta con una respuesta dos respuesta sencilla: dos pandemias, Covid 17 (15/3/20) y Castillo 21 (28/7/21).
En el primer caso, la incompetencia y malas artes de Martín Vizcarra causaron que el Perú obtuviera dos récords: 200 mil muertos y -11.12% de caída del PBI, sin embargo, su vacancia (9/11/20) disparó la primera rabieta organizada de estos gonfaloneros de las AFPs que la llegaron a tildar de golpe, palabra que ni siquiera utilizaron con el cierre del Congreso (30/9/19).
No solo eso, también provocaron la renuncia del nuevo presidente Manuel Merino (16/11/20), porque el congresista simbolizaba el Congreso que aprobó el primer retiro de las AFPs (30/6/2020) de S/34 millones que sirvieron para paliar la crisis de consumo de la cuarentena medieval que implantó el lagarto.
El día de su juramentación programada a las 10 a.m. desde de la 7 de la mañana, en cadena, como si se tratará de una Teletón, liderados por Latina TV, de propiedad de Enfoca, América TV, Canal N, ATV, RPP, entre otros, inusualmente enfocaban una Plaza San Martín que lucía casi vacía repitiendo la cantaleta “ya empiezan a llegar los manifestantes”. Y durante seis días continuos transmitieron minuto a minuto los desbordes de la incauta muchachada.
Una trilogía. Una marcha de caviares y rojos a la que se sumaron briosos, yuppies sesentones de bancos y compañías de seguros que contratan con las AFPs, que con paso de ganso vociferaban: #DePie por elecciones libres. Encabezaba el primer escalón, Martín Naranjo de la Asociación de Bancos, Eduardo Morón de las empresas de Seguros, Gianfranco Ferrari de Credicorp, Miguel Ucelli de Scotiabank, representando sin querer queriendo, los S/ 19 mil millones que en ese momento las AFPs habían invertido en el sistema financiero. En el segundo escalón muy bien alineados marchaban Elena Conterno de Intercorp, cuya filial Inretail contaba con S/ 2.800 millones, y Alfredo Pérez Gubbins de Alicorp con S/ 1.500 millones, de recursos del fondo previsional. Las administradoras de fondos como Enfoca tenían S/5.400 millones. No tanto era el amor al chancho sino también a los chicharrones.
Y seguro que tan distinguido piquete no se ha percatado que se convirtieron en los heraldos de la pandemia que aterrizó siete meses después: Castillo 21 y nos ha deparado: una fuga de capitales de US$ 23.000 millones, una recesión de 15 meses (octubre 2022-diciembre 2023), la masiva pérdida de empleos y por último, y no menos importante, cuatro titulares del MEF 2020-23: que se sumaron alegremente al endeudamiento y al despilfarro fiscal (entrega de bonos, vacunas y pruebas rápidas sobrevaloradas, decretos de urgencia para obras públicas sin licitación, salvatajes y bonos de Petroperú, etc.).

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