La apuesta es el camino
La apuesta es el camino
Julio IV Velarde, a la sazón presidente del BCR, de una, rebajó a 2.2% la proyección de crecimiento del PBI para el 2023, cifra que está por encima del promedio para América Latina: 1.4%, pero, por debajo de Paraguay 4.8%, Ecuador 2.6% y Bolivia 2.5%. Lo lamentable es que hace muy pocos años éramos los líderes la región, con cifras superiores a 5%, que ayudaron a rebajar drásticamente el nivel de pobreza (40%) y con la creación de más de 4 millones de empleos adecuados. A estas alturas, solo queda recordar.
Hace algunas semanas, con bastante entusiasmo e ingenuidad, el ministro de Economía Álex Contreras señalaba: “la actividad económica… podría alcanzar incluso tasas cercanas al 4% a partir del mes de abril” (16/3/23), sin embargo, el INEI indica que abril apenas se registró un incremento de 0.31% del PBI y que el acumulado enero-abril es negativo -0.24%.
El PBI de abril no es negativo sino que es apenas positivo, gracias al aporte del misterioso sector “otros servicios” , que ha crecido en nada menos que 4.82%, que se explica por: actividades artísticas y entretenimiento; es decir, casinos y apuestas (la Tinka, Betsson, etc.) así como actividades de los clubes de la Liga 1 y los juegos mecánicos: Happy Land, Coney Paty y Granja Villa, al que se suma Compupalace con la reparación de laptops. Según el INEI, esta especie de “cajón de sastre” representa el segundo lugar en importancia (casi el 15% de la torta de la producción), sólo superado por el sector industrial, y superando en peso porcentual a la minería, agricultura, comercio entre otros. Cosas veredes, Sancho.
Otro aporte importante a la producción fue el poderoso sector Minería e Hidrocarburos que creció en 17.41% por el dinamismo observado en la actividad minera metálica en 20.8% gracias a que han cesado las “dignas” tomas de carreteras de los circuitos mineros promovidas, por los iracundos castillistas recientemente desempleados.
Pero, donde la recesión mostró su rictus más adusto fue en el sector agropecuario, que se derrumbó en -14.21%: quinua -81.8%, maíz amiláceo -36.5%, papa -35.1%, entre otros; explicado, por las menores siembras -12.6%, debido a la incapacidad para importar abono -demostrada por los gabinetes del “Gobierno del Pueblo”-, la sequía en el sur y al reciente azote de Yaku en el norte, tanto que se viene una escasez en los próximos meses de papas y cebollas, cuyos precios podrían elevarse en un 30% adicional, según Eduardo Jiménez de Macroconsult.
Otro sector muy golpeado es la Construcción que se ha contraído en -5.12%, pese a que se registró un espectacular avance en las obras públicas de 30.72%, por la reducción del consumo de cemento -16.1%, fenómeno que se encuentra muy vinculado a la cuasi desaparición de la autoconstrucción y de las obras privadas, que se encuentran paralizadas por el sustantivo incremento de las tasas de interés. Según el reporte de inflación de junio del BCR, se ha tornado en negativo el crecimiento del crédito al sector privado a partir de diciembre de 2022, debido a que el instituto emisor ha incrementado en más de 30 veces (3,000%) la tasa de interés de referencia (tir) pasando de 0.25% a 7.75%.
Queda claro en este periodo recesivo que si bien la producción camina con pies de plomo el juego y la juerga baila rock.
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