Después de escuchar la charla magistral del expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias García, sobre el devenir del mundo, en especial de América Latina, atrapada por ahora por gobiernos populistas, no me queda duda de que la democracia está en peligro.

El expresidente del BID estuvo unas horas en nuestro país invitado por la universidad para rendirle un homenaje por su detacada trayectoria personal y profesional, y por el decidido apoyo que significó para la región su gestión al frente del BID (1988-2005).

Con la experiencia que le da la vida, señaló que el sistema, que durante los últimos 75 años ha llevado prosperidad y libertad a los pueblos, se ve hoy amenazado por nubarrones, por movimientos que cuestionan sus logros.

“Vivimos un periodo de paz relativa. 51 países tenían democracia al terminar la segunda guerra; hoy, son 200. Sin embargo, estamos en peligro de que hoy la democracia se resienta. Surgen movimientos que cuestionan su efectividad. La gente se cansa”, reflexionó.

Es verdad. Lo que vemos en nuestro país y alrededores nos indica que tenemos problemas de forma y de fondo que es necesario resolver. Tenemos elecciones, los derechos sociales se han extendido, pero seguimos sin resolver el problema de infraestructura y servicios que debe brindar el Estado.

Si a ello le sumamos corrupción generalizada desde el poder, el resultado es una población desencantada. Sin servicios básicos, sin agua, sin electricidad, sin escueles públicas y hospitales de calidad, es muy difícil pedirle a la gente que defienda el sistema democrático.

La pobreza impide que se asiente la democracia. Llevar paz a los pueblos, entregar viviendas sociales a los más necesitados o creer en proyectos juveniles que generan empleo, es gobernar para promover y desarrollar democracia.

Y eso es lo que hizo Iglesias desde su puesto de comando en el BID. Apoyó programas sociales como Mi Vivienda y Techo Propio, que propusimos el 2002 y que quedaron como políticas de Estado. Respaldó el programa Creer para Crear que lanzamos en 1998 con PROBIDE para apoyar emprendimientos en diversos puntos del país. Creyó en Camisea.

La mejor manera de fortalecer la democracia es generando desarrollo para todos, empezando por nutrición, salud y educación. Para USIL ha sido un honor entregarle la Medalla Valores Democráticos Fernando Belaunde Terry en reconocimiento a su destacada trayectoria en el ámbito internacional como economista y hombre de Estado.

La democracia está en peligro. El sistema tiene muchos enemigos —el populismo, la corrupción—, pero quizás el peor de todos es el que combina ambos con la incompetencia en la gestión. La gente al cansarse de su situación de inmovilidad social, se cansa también del sistema democrático. Estamos avisados.

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