La importancia de cuidar nuestra huella digital
La importancia de cuidar nuestra huella digital
La huella digital se compone de datos personales (algunos más críticos que otros), que todos juntos dan forma a un perfil permanente de nuestra vida en línea, fácil de rastrear o sensible a posibles filtraciones. En un documento enviado a este columnista por ESET, analiza por qué es tan importante, cuidar el rastro que dejamos online para que los cibercriminales no puedan utilizarlo a su favor, en favor de sus ataques.
La huella digital puede componerse de datos públicos, datos que uno genera, y datos publicados por terceros. Revisemos cada uno:
Datos públicos: domicilio al cual están asociados los diferentes tipos de servicios o facturas, resúmenes de tarjetas de crédito, resoluciones judiciales.
Datos que uno genera: posteos y fotos en redes sociales, comentarios en foros, formularios que uno llena, contenidos personales como currículum que se cargan en plataformas como LinkedIn.
Datos publicados por otros: como fotos, posteos de nuestro entorno, espacios de pertenencia en redes sociales.
Estos datos dan forma a dos tipos de huellas:
Huella activa: incluye los datos que se comparten voluntariamente como publicar fotos, dejar comentarios o participar en foros.
Huella pasiva: son los datos que se recopilan sin que el usuario sepa, como por ejemplo un sitio web que guarda cuántas veces ha sido visitado y de dónde es el usuario, o una publicidad que hace seguimiento de los “Me gusta” en las redes sociales.
Para los cibercriminales es relativamente fácil reconstruir una imagen altamente fidedigna de los hábitos diarios al recopilar la información disponible en línea. Con el agravante de que esto no solo pone en riesgo la privacidad digital, sino que también puede poner en peligro la seguridad física. De hecho, pequeños detalles del pasado pueden ser la punta del ovillo para que un actor malicioso pueda revelar contraseñas. La dark web también pone el foco en la huella digital: el mercado clandestino de los datos personales es muy grande y mueve millones, y hasta los menores de edad son víctimas.
El cibercrimen no es la única preocupación asociada a la huella digital: ésta también puede determinar la reputación digital de una persona. Son muchas las marcas empleadoras que verifican la huella digital de un potencial colaborador antes de tomar una decisión definitiva de contratación. La misma metodología es adoptada por colegios y universidades antes de aceptar a sus nuevos alumnos.
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