La inseguridad energética del gas natural

La inseguridad energética del gas natural

Durante tres años de debate sobre las modificaciones legislativas para permitir un mayor acceso de oferta de generación eléctrica con energías renovables (RER), los fósiles predicaron ser los garantes de la seguridad energética del Perú, escamoteando las vulnerabilidades que presentan para no tener más competidores.
Coincidentemente con la publicación de la norma que favorece debidamente a las RER (ley 32249), se vive una crisis de suministro de gas natural (GN), debido a una falla en el poliducto que transporta líquidos (LGN) que obliga a la paralización de la producción de gas, dado que ambos hidrocarburos se extraen simultáneamente y el almacenamiento de líquidos tiene límites.
La carencia de GN afecta el precio en las transacciones diarias de energía eléctrica (mercado de corto plazo - MCP), donde se ha llegado a precios del orden de 240 dólares por cada megavatio-hora (US$/MWh), el triple de la tarifa regulada, y que está afectando a los clientes del mercado libre (2,000 aproximadamente) que tienen reajustes atados a las cotizaciones del MCP.
Además del sector electricidad, padecen por la falta de suministro los domicilios, comercios e industrias de Lima y Callao, conectados a la red de GN, y también los domicilios que utilizan GLP, dado que el abastecimiento del 65% de la demanda depende del poliducto y la importación tiene el problema de que no existe la capacidad suficiente de almacenamiento.
Si bien es cierto, el hecho descrito comprende un período corto, del 15 al 21 de este mes, según ha reportado Transportadora de Gas del Perú S. A., hay más contingencias que no se mencionan y que son un peligro latente para la seguridad energética que se ha hecho muy dependiente del GN (30% del consumo de energía primaria).
Para minimizar el riesgo de la seguridad energética nacional se requiere: ampliar el gasoducto Camisea-Lima en sus primeros 200 km, ampliar la capacidad de la planta de separación de GN y LGN de la localidad de Malvinas y tomar conciencia de que las reservas tienen un horizonte de tan solo 15 años.
Es hora de promocionar la inversión privada en ampliar la capacidad de almacenamiento de GLP y de retomar el proyecto de almacenamiento de GN licuado y su respectiva planta de regasificación, temas que la autoridad no tiene en cartera.

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