La policía política de Castillo
La policía política de Castillo
Esa mal llamada "gran prensa peruana" –República, Comercio, RPP, canales 2,4,5,9,N)- es directamente culpable del devastador riesgo en que se encuentra el Perú, víctima de una invasión mezcla de extremistas, corruptos, intrigantes, gente ligada al terrorismo, operadores relacionados a servicios de inteligencia cubano y venezolano, delegados del Foro de Sao Paulo, Grupo de Puebla, etc.
Decir que nuestro país sigue al borde de ser secuestrado por la versión sudaca del comunismo internacional, es reconocer la realidad de la grave situación en la que estamos hoy.
Pero, ¿cómo así pudimos llegar a esta extrema situación? Recordemos que la citada "gran prensa peruana" tuvo mucho que ver tanto con el triunfo electoral de Pedro Castillo –a través de la manipulación mediática vía el chanchullo de las encuestas- como con su permanencia en el poder durante 17 largos meses de abusos en palacio de gobierno.
Para empezar, defendió su inocencia, exigiéndole a la opinión pública tolerancia ante "un profesor andino" a quien, mientras el JNE resolvía las denuncias de fraude electoral, canal N lo entrevistaba -con talante buenista- en medio del bucólico campo cajamarquino presentándolo como suerte de santo varón.
El servilismo de toda esta prensa, que se le conoce como "mermelera" -porque vive del dinero público a través de una corruptela llamada avisaje estatal-, la llevó a arrodillarse humillantemente ante Pedro Castillo. ¡Necesitaba enamorar al próximo presidente del país, por más secretario del sindicato magisterial (ligado a sendero luminoso) que fuere; y sin importarle que detrás de él estaba el partido "Perú Libre" conformado por gente extremista, a la vez que corrompida y corruptora, como Vladimir Cerrón, 'Puka' Bellido; 'Che' Bermejo, etc., de la más espantosa izquierda criolla! Había pues que extender la alfombra roja para convencer a Castillo de que “la prensa capitalista no es tan mala” como creía.
Para ello se encargó de promoverlo hasta la náusea ofreciéndole toda clase de garantías para que acabe bien su mandato. Semejante indignidad la mantuvieron varios meses, dándole tiempo al sátrapa Castillo para echar a andar su mafiosa "organización criminal para gobernar". Aquello permitió que Castillo cope gran parte del Estado y llene sus bolsillos, antes de enfrentar a una recelosa resistencia ciudadana cuando, ya tarde, esta se diera cuenta de quién era verdaderamente el canalla usurpador cajamarquino, repentinamente convertido en el zar de los peruanos.
El pasado lunes, Perú comprobó hasta dónde llegó a avanzar la organización criminal montada por Castillo, su familia, algunos ministros -inclusive, primeros ministros como aquellos amotinadores Aníbal Torres y Betssy Betzabe Chávez-, tras destaparse el escándalo que el teniente general PNP Raúl Enrique Alfaro, ex comandante general de la Policía, había sido captado por la mafia montada por el expresidente para copar el Estado con gente de la peor calaña, decidida a convertir al Perú en Venezuela ll.
En este caso, poniéndolo de jefe de aquello que pasaría a llamarse Policía Nacional Militarizada PNM, semejante a la FAES o Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Venezuela, dependiente del Ministerio del Poder Popular; o la Policía Rebelde de Cuba, sometida al Poder Popular.
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