La politización siempre enturbia
La politización siempre enturbia
Que el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, firmara un acuerdo con una ferroviaria gringa para la donación de 19 locomotoras y 90 vagones provenientes de California es altamente auspicioso. El costo del regalo bordea los $1000 millones. El tren irá de Lima a Chosica. La inútil Contraloría (gigantesco presupuesto y poco hace para frenar la corrupción) duda sobre la viabilidad económica a largo plazo del convenio y si los trenes funcionarán en la infraestructura ferroviaria de Lima. El burgomaestre ha recibido críticas que tienen un enorme tufo político. Sin embargo, la maledicencia no impidió que su popularidad subiera 7 puntos o más; con las encuestas, nunca se sabe. Se estima que el tren funcionaría en dos años. Si no se mantiene informada a la población de los avances (arribo, puesta a punto, etc.), la popularidad retrocederá. El ciudadano está cansado de promesas.
Nos libramos del indeseable José Luis Salas Arenas, expresidente del Jurado Nacional de Elecciones. En la juramentación del sucesor, Roberto Burneo, se le veía pasear matonescamente. En su colegiado, la Corte Suprema, no lo quieren. Burneo es un magistrado ponderado, alejado de la pasión política. Además, conoce de informática y ha prometido transparencia al 100%. Salas Arenas permitió la inscripción del partido A.N.T.A.U.R.O. Afortunadamente, la Corte Suprema la anuló porque el ideario y su líder, Antauro Humala, asesino de policías, promueven la violencia. Humala ya lanzó su pachotada al respecto: “Es una prevaricadora primera instancia que ni cosquillas nos hace”, declaró.
Sostiene que irá al Tribunal Constitucional. Amenazará y maldecirá, pero no puede ser candidato a la presidencia. Punto para el Perú. Aunque sí puede encabezar una lista congresal, lo cual es peligroso. Se corre el riesgo de repetir la historia de Perú Libre, que llevó a 37 congresistas. Tal vez sean más. La próxima elección será un ‘locón’. Hay 38 partidos inscritos y 30 en proceso de inscripción. Fina cortesía del Congreso de Vizcarra. Entre los primeros está el partido de Guillermo Bermejo, Voces del Pueblo. Confiemos en que la gestión de Roberto Burneo vigile que Bermejo, procesado por su vinculación con Sendero Luminoso, no aproveche de las “pelotudeces democráticas”.
El juez Richard Concepción Carhuancho sentenció a 36 meses de prisión preventiva a Nicanor Boluarte, el ‘hermanísimo’, evidenciando el uso extremadamente político de dicha medida. Se resume en: te meto a la cárcel para investigarte. Como en los regímenes totalitarios, se extorsiona y somete al investigado. Estas detenciones políticas las maneja el EFICOOP, un equipo de fiscales sin legitimidad que trabaja con la DIVIAC. Ambos conforman una verdadera organización criminal que nadie controla, llevando a prisión a quien convenga a sus intereses políticos.
El juez Concepción Carhuancho adelantó opinión contra Nicanor Boluarte. Lo sentenció ante un grupo de estudiantes, demostrando parcialidad. Lo recusaron, pero no prosperó. El hermano de la presidenta está acusado de reclutar prefectos y subprefectos para conformar ‘su partido’ Ciudadanos por el Perú, pero no está inscrito en esa organización. Y el cargo de prefecto es de confianza. ¿Se prepara la vacancia? Al ser familiar de la mandataria, el juez presume que obstruirá la investigación. Nicanor Boluarte se fugó. Un error, pero con todos estos antecedentes y el uso de la ley con fines políticos, cualquiera haría lo mismo. Así estamos. La politización trastoca todo.
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