La población sigue creciendo en el planeta y para sobrevivir, los investigadores afirman que se deben buscar nuevas formas para regenerar la tierra. Por eso, en varios países se trabaja en transformar la agricultura tradicional hacia la regenerativa incidiendo en el cuidado de la naturaleza.

Según Global Forest Watch, en Latinoamérica, del 2001 al 2021, se ha perdido una cobertura arbórea aproximado de 83 millones de hectáreas, entre Brasil, Colombia, México y Perú. La razón principal ha sido la deforestación impulsada por la agricultura. Es por ello, que se plantea la agricultura regenerativa que busca reducir la intensidad de la labor en el campo para mejorar la salud del suelo. Hay varias maneras de lograrlo, una de ellas es evitando la evaporación de agua, infiltrar agua, reducir la escorrentía y la erosión del agua y aumentar la estabilización de la materia orgánica del suelo.

Pero existen otras técnicas como las que se vienen aplicando en países europeos como en Países Bajos, en donde las papas, que son uno de los cultivos más rentables, reciben un plan personal para cada productor, asesorándolos por medio de los análisis del suelo si deben utilizar menos productos fitosanitarios, tener más variedad en los cultivos y no dejar la tierra en barbecho durante el invierno, sino se les aconseja que planten cultivos inactivos.

Desde 2023, cerca de 400 agricultores se asociaron con la empresa internacional procesadora de papas McCain, que es líder del mercado de productos de papas congeladas: desde gajos hasta croquetas y todo tipo de papas fritas, con el objetivo de que su cultivo sea más sostenible, de modo que el suelo se vuelva más resistente.

Se espera que para el futuro participen todos y así garantizar el uso sostenible y responsable de la tierra. Este programa, fomenta la agricultura regenerativa, donde el suelo tiene la oportunidad de recuperarse adecuadamente después de cada cultivo y, por lo tanto, se vuelve más fuerte y resiliente. Para los empresarios sorprende que en un terreno de Países Bajos se pueda cultivar 60,000 kilos de papas en una hectárea. Por lo cual nutrientes y agua deben ser repuestos al suelo, creando biodiversidad, vida silvestre y asegurando la calidad de vida de los productores.

De allí que el monitoreo es constante con la toma de muestras de suelos y datos que los agricultores proporcionan, además se les capacita, juntos analizan mejoras y reciben un pago extra por ser sostenible y cuidar mejor el planeta.

La agricultura regenerativa permitirá producir el suficiente alimento para la población mundial reduciendo el impacto ambiental; es decir, cultivar en los campos, mejorar los ecosistemas y el manejo de recursos naturales, con mejores cosechas. Un compromiso que debe ser apoyado por los gobiernos.

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