La siniestra Diviac

La siniestra Diviac

La División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), es claramente una policía política que viene realizando un enorme despliegue informativo, psicosocial para salvarse de una necesaria reorganización interna. A través de prensa amiga, la Diviac, acusa al gobierno de Boluarte de querer liquidarla porque esta siniestra institución y la Fiscalía investigan al hermano de la Presidenta por corrupción y anteriormente allanó, con permiso judicial, la vivienda de la mandataria. Sin hacer un análisis valorativo, para el más desprevenido resulta claro que hay medios periodísticos que ostentan una cerrada y encendida defensa de la Diviac. Muy parecida al blindaje extremo que vimos con los fiscales Vela y Pérez cuando Odebrecht y los implicados en el caso Lava Jato demolían ferozmente al entonces Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry.

El apuntalamiento a la Diviac es tal, que se soslaya los malos manejos que viene encontrando Contraloría: gastos de 120 mil soles sin justificación. A pesar del fuerte apoyo mediático, recién conocemos los malos manejos económicos de este cuestionado organismo policial. Durante la gestión del exministro del Interior Carlos Morán –investigado por corrupción, amigo del jefe de Diviac Harvey Colchado con quien opera en supuestas acciones de inteligencia–, esta división compró irregularmente un aparato de chuponeo en México. Entró de contrabando y se hizo humo. Costó S/1’200,000 que se fueron al tacho. Hay más, el ministro del Interior informó que entre el 2019 y 2024 la Diviac, que no rinde cuentas y no respeta a su comando, recibió un presupuesto de S/72 millones. ¡Provecho! Además, en el 2019, Devida le cedió medio millón de soles. ¡Lluvia de millones!

En julio de 2022, la fiscal Marita Barreto que dirige Eficcop (Equipo especial contra la corrupción del poder) solicitó al exministro del Interior Mariano González que un grupo de policías se integraran a Eficcop. Colchado lo encabezó. Una investigación periodística demostró que ese nombramiento fue ilícito. Curiosamente, González es el escudero de la Diviac en cuanto medio amigo lo requiera. Las irregularidades abundan en este organismo. Es elemental que se le investigue. El Congreso lo hará y la Contraloría también. Esperemos sean céleres.

Pero todo este sainete no termina aquí. Es sabido que Colchado, aunque destituido como jefe de Diviac, tiene abundante material que filtrará a la prensa amiga. No hay que ser zahorí para constatar que González, fugaz exministro del Interior durante el gobierno de Castillo, es el operador, la cara visible de este grupo de poder. Ya lo declaró el titular del Mininter. Diviac está fuera de control. Esta y Colchado parecen ser lo mismo. Pero falta delimitar quién es el rey del mambo en toda esta tramoya. ¿Es nuevamente Odebrecht y sus intereses económicos, el vizcarrismo, los castillistas, la red de Sada Goray, otros grupos de poder?

Los últimos audios, wasaps y declaraciones de supuestos colaboradores que hemos conocido, filtrados por Fiscalía y Diviac, colocan a Boluarte como la autora del fraude electoral en las elecciones del 2021. Fraude negado por la mayoría de medios que ahora parecen cambiar de posición. Se busca endilgarle a la Presidenta una supuesta incapacidad moral y que el Congreso la vaque (no hay otro medio). ¿Para qué adelantar elecciones tan rápidamente? La izquierda progresista llama a la ‘calle’, al igual que Sendero. Un sancochado digno de estos tiempos.

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