La verdad sobre la lucha de poderes

La verdad sobre la lucha de poderes

Vemos con gran preocupación que personas serias, honestas y bien intencionadas, creen en las mentiras sobre la situación judicial, defendiendo con notable indignación el regreso de la señora Patria Benavides a la Fiscalía de la Nación, a pesar que:
– Ha quedado demostrado que no presentó las tesis de Maestría y Doctorado con que optó al cargo de Fiscal Supremo, engañando a la JNJ y a la nación.
– Es de público conocimiento que se prestó a cumplir el encargo de encarcelar al Presidente Castillo, por hechos que no tipifican los delitos que se le imputan.
– Montó una campaña mediática de agresión contra la JNJ, con conducta impropia de un Fiscal Supremo, acusando indebidamente de “motivación política” a la JNJ, sólo porque abrió investigación de las denuncias que pusieron en su contra, ante ese organismo, respecto a las tesis no habidas, y a la separación de la intachable Fiscal Supremo Bersabeth Revilla, de la investigación de su hermana Enma, imputada de liberar narcotraficantes por dinero.
– Montó un sistema de lobbies políticos en que la contraprestación del apoyo indebido de los congresistas a sus requerimientos ilícitos, era el archivamiento de sus denuncias penales, entre ellos, la inhabilitación de la Fiscal Zoraida Ávalos, de impecable trayectoria fiscal, que por ser la Fiscal Supremo en lo Penal, impediría el archivo de las causas negociadas.
– Promovió a través de la organización de poderes políticos que la apoyan, la destitución de la JNJ, para evitar su propia sanción, que sabía era inexorable.
Su destitución, no es ningún acto arbitrario, sino un acto ejemplar de la función para la cual creamos el ex CNM, hoy JNJ, para desvincular de los intereses políticos el nombramiento y destitución de los fiscales y jueces de todas las instancias.
Las resoluciones judiciales que están devolviendo el deber ser de la función autónoma del Ministerio Público y del Poder Judicial, amparando demandas de Amparo por violación de derechos constitucionales, no constituyen interferencia alguna en el Poder Legislativo, sino la determinación justa de la debida aplicación de la Constitución y la ley.
Ningún poder puede interferir la autonomía del Poder Judicial y de los organismos del Sistema Judicial, con el pretexto de reformarlos, menos cuando lo que inspira estas pretensiones, son evidentes intereses de cooptarlos.
El uso indebido del adjetivo “caviar” para descalificar magistrados con limpia trayectoria apolítica, solo refleja que los métodos y tácticas montesinistas han vuelto, con peligroso disfraz de Democracia y falso objetivo de despolitización de la administración de Justicia, que buscan cooptar políticamente.

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