Lima camino a ser una ciudad circular

Lima camino a ser una ciudad circular

Nuevas construcciones, más habitantes en las ciudades, mayor consumo de materiales y menor intención de reciclar o disminuir el impacto hacia el medio ambiente, quizás retrasen a Lima como una urbe camino a convertirse en una ciudad circular.

¿Y qué significa una ciudad circular? Luego de que muchos países asumieran la economía circular con el objetivo de reutilizar y dejar el sistema tradicional de “producir, usar y tirar”, para reducir un 80 a 99% los desechos industriales de algunos sectores y un 79 a 99% de sus emisiones, según un informe de la división de Medio Ambiente de la ONU, se vio la necesidad de encaminar a las urbes a aplicar todos estos criterios.

Junto a ello, los Estados viene trabajando en diseños propios de la ciudad, con medios de transporte públicos, infraestructura, construcción diferente a lo que se realiza. Incluso los sistemas energéticos y su ciclo de residuos se implementarían, afirma un documento elaborado por Enel “Ciudades del mañana, ciudades circulares”.

Se busca así alcanzar un uso eficiente de los recursos y una mayor productividad, lo cual lograría beneficios sociales y ambientales, enseñando otra manera de consumir y producir. En las próximas décadas si no se frenan, se espera que el 70% de la población mundial viva en núcleos urbanos para 2050, lo que aumentará la concentración de residuos.

Por ello la urgencia de tener ciudades circulares, como Austin (Texas), Dijon (Francia) o Logroño (España) para intercambiar conocimiento y cerrar los ciclos de producción y mantener un flujo constante de recursos naturales, energías renovables, tecnologías digitales, uso de materiales reciclados y un diseño eficiente para reducir el gasto energético o edificios que cuenten con sistemas de producción de energía y huertos urbanos.

La Red de Ciudades Circulares explica que Austin es una ciudad innovadora que cuenta con una plataforma en línea que permite a las empresas y organismos conectar para encontrar soluciones de reutilización y reciclaje de residuos y materiales derivados o que los desechos difíciles de reciclar de una entidad se convierten en la materia prima de otra.

En Dijon se controla de forma remota los vehículos de servicio que están geolocalizados, y la eliminación de residuos, la limpieza de las calles, la vigilancia de áreas públicas y la regulación del tráfico urbano. Logroño no se queda atrás. Aquí se concentran las propuestas y soluciones para impulsar los envases y su posterior reciclado. Esperemos que Lima y otras ciudades alcancen algunos de estos parámetros y así no desviarse de convertirse en una ciudad circular.