¿Llanto de caviares? Lágrimas de cocodrilo

¿Llanto de caviares? Lágrimas de cocodrilo

La salida de Vela como coordinador de Lavado de Activos ha sido un golpe bajo para el poderío caviar en el MP. Sin duda, fue uno de los personajes más afectados, conjuntamente con JDP, por las declaraciones de Villanueva, las mismas que pretendieron anular sin éxito ante el Juez Checkley y que se verán en vía de apelación este próximo 13 de enero ante la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema. En todo caso, el daño ya está hecho y les será muy difícil reparar su prestigio, sobretodo luego de conocerse el oprobioso acuerdo con Odebretch.
Además, Boluarte no ha salido corriendo a proteger a Vela, como en su oportunidad lo hiciera su padrino, el despreciable Vizcarra, quien adelantó su regreso de Brasil, desairando a Bolsonaro en su toma de mando, para impedir la remoción de los súper fiscales del Caso Lava Jato por parte del injustamente satanizado Pedro Chávarry. Cientos de portadas, una prensa absolutamente politizada, acusando sin ningún escrúpulo o respeto por el Estado de derecho. Luego se rasgan las vestiduras, cuando son los grandes culpables del quiebre de la institucionalidad del país. Han manipulado la información como han querido y lamentablemente, por pereza o ignorancia, la mayoría de la gente cree en todo lo que se publica.
Chávez Cotrina también ha sido cambiado, luego de 10 años de coordinador de la Fiscalía de Crimen Organizado. Dizque se hace en aras de la modernización y la celeridad procesal. La realidad es que son fiscales muy mediáticos, que han acumulado mucho poder. Paradójicamente, el MP se volvió en una suerte de oligarquía, el dominio absoluto y generalmente abusivo, concentrado en un pequeño grupo de personas. Delia Espinoza ha tomado decisiones a los que muchos no se han atrevido, ha entendido que la alternancia es clave para despolitizar la Fiscalía y recuperar su autonomía e institucionalidad. Espero que el tiempo, ojalá breve, nos dé la razón
El papel aguanta todo. Según el gobierno, el 2025 será el año de la reactivación y consolidación económica. Es una tomadura de pelo porque internamente no se hace nada para mejorar las condiciones de inversión. Ni siquiera tienen el coraje de sacar al ministro del Interior, cuyas políticas para combatir la inseguridad ciudadana han fracasado. Ello no solo afecta la vida de los peruanos, sino que impacta directamente en la confianza empresarial, mas aun si se suma la inestabilidad política de un año preelectoral.
Tampoco se atreven a cambiar a Arista. Es un funcionario de mando medio que carece de condiciones para liderar el MEF. Hoy esta cartera casi necesita un súper hombre, no solo para recuperar su prestigio sino para sacarnos del atolladero del déficit fiscal. A más inri, Arista reconoce que la inversión privada es el motor del crecimiento (contribuye en un 80%) pero durante el 2024 se equivocó privilegiando la inversión pública. El populismo de Boluarte y su trillado mecanismo para contentar a las Regiones. La realidad es una vergüenza ya que solo 4 de 1,800 distritos hayan logrado un 100% de ejecución.
Hace unos días, Adrianzén se jactaba que las regiones habían logrado mas del 95% de ejecución, sin embargo, al 30 de octubre solo 3 de ellas habían alcanzado el 70%. Bastante sospechoso, sería muy importante que Contraloría lo mire con lupa.
Además, he tomado conocimiento que poco antes de fines del 2024, los gobiernos regionales de Junín, Ucayali, Ayacucho (el “amigo” Oscorima) y Loreto hicieron ciertas movidas para adjudicarse un logro ficticio en su gestión, alterando las cifras del Fondo de Compensación Regional, para que ciertas transacciones aparezcan como devengadas y lograr su ansiado 100%. A principios de enero procederían a revertir estos gastos no cubiertos o sin sustento. ¿Corruptos profesionales? ¿Qué hemos hecho los peruanos para merecer esta gentuza como autoridades?

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