Los otros dos niños

Los otros dos niños

Cada cierto tiempo asolan el Perú: dos niños: el Niño Global y el Niño Costero, que si bien no son tan descarados como los “niños” de Acción Popular, son muchísimo más letales. Estos rorros, si bien parecen hermanos, son bastantes distintos. El Niño Global, científicamente conocido como El Niño Oscilación del Sur, afecta a todo el orbe al calentar el mar en la zona central del Océano Pacífico, mientras que El Niño Costero, calienta el mar en el litoral norte del Perú debido al ingreso de masas aguas cálidas (ondas Kelvin oceánicas) ocasionando lluvias e inundaciones.

En plena temporada de vacas flacas, nos hemos sacado la lotería de las desventuras, porque la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos ha confirmado que están presentes las condiciones para la aparición del Niño Global, que irán fortaleciéndose hasta el invierno del hemisferio norte 2023-24, que coincide con el verano del hemisferio sur (9/6/23).

Asimismo, la Comisión Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) señala que El Niño Costero continuará hasta el 2024: “es probable la ocurrencia de lluvias… especialmente en la costa norte y sierra norte” (16/6/23). En conclusión, ambos niños: el Global y el Costero, coincidirán el próximo verano y ocasionarán: mayor presencia de plagas por las altas temperaturas, pérdida de áreas de cultivos por el desborde de los ríos, sequías en el Ande, menor disponibilidad de anchoveta (que se correrá al sur), pérdida de conectividad por cierre de carreteras y vías férreas, aumento de demanda de ciertos productos (jabones, gaseosas, etc.), entre otros (Reporte de Inflación BCR junio-23). Agárrate, Serafina.

Ante la inminencia de la simultaneidad de ambos fenómenos, el Gobierno ha dispuesto un total de S/ 5,100 millones para enfrentar la fuerza de la naturaleza, sin la frivolidad de PPK, que en el Niño Costero del 2017 inventó una canción, “Una sola fuerza”, y luego pasó a despilfarrar los fondos de la Reconstrucción con Cambios. Esta vez, se ha dispuesto S/ 1,250 millones para descolmatación de ríos (limpiar el cauce de los ríos), así como S/ 200 millones para que los ministerios de Vivienda y Defensa adquieran maquinarias y otros S/ 700 millones a los Gobiernos Regionales. Asimismo, S/ 2,646 millones como garantías para el BCR, para operaciones de reporte, para evitar que las entidades financieras se queden sin liquidez tal como sucedió en 1998.

Es la tercera vez en los últimos que estos Niños actuarían en tándem. Sucedió en 1982-83 y 1997-98. A mediados del segundo gobierno de Fernando Belaunde en 1982 el PBI cayó en -0.2% y en 1983 se desplomó -10.4%.

En las postrimerías del fujimorismo -en el periodo 1997-98- si bien el PBI subió 6.5% en 1997, cayó -0.4% en 1998. En este caso, los Niños llegaron acompañados con la crisis tailandesa de 1997 y la crisis rusa en 1998, que contrajeron las líneas de crédito a países emergentes, ocasionando una crisis en el sistema financiero, por lo cual se redujo el número de bancos a 15 de los 25 que operaban en 1998. El MEF y sobre todo el BCR, presidido por Germán Suárez, andaban preocupados por ajustar la economía para tratar de contener un rebrote inflacionario, sin llegar a percatarse que ya se habían ahogado en el ciclón de iliquidez.

¿Habremos aprendido las lecciones que nos brindaron estos niños desalmados?

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