En 1973 un grupo de empresarios creó la Asociación de Exportadores (ADEX). Ellos tenían la firme convicción de que las exportaciones podían constituirse en uno de los motores de la recuperación del país, que en esos momentos atravesaba una situación muy difícil. Pasaron 50 años y el espíritu que alentó a esos visionarios nos incentiva a seguir luchando por un Perú mejor.

‘Exportar o Morir’ fue el lema que impulsó nuestras acciones en la década de los 70 con el cual se buscó motivar a los empresarios a explorar los mercados internacionales y al mismo tiempo lograr que las autoridades den un giro de 180 grados, generando las condiciones ad hoc para promover esa actividad en ciernes.

No podemos olvidar la frase ‘retroceder nunca, rendirse jamás’ que acuñamos a fines de los 90 porque, pese a las reformas económicas puestas en marcha, el clima político afectaba el crecimiento del comercio exterior y todas las actividades productivas. Sin duda, fueron momentos difíciles.

Iniciamos el siglo 21 exportando US$ 6 mil 955 millones, en ese contexto, la creación del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el fortalecimiento de PromPerú y las Oficinas Comerciales del Perú en el Exterior (OCEX), ayudaron a fortalecer los despachos nacionales.

El trabajo de ADEX en las décadas anteriores, sobre la importancia de abrirnos al mundo, dio sus frutos cuando el país ingresó a un periodo de apertura comercial nunca antes visto, es así que se suscribieron varios acuerdos comerciales con las más grandes e importantes economías.

Los TCL permitieron, años después, que las exportaciones logren tasas anuales de crecimiento superiores al 30%, con todo el impacto que ello supone en la generación de empleo formal y digno y en la reducción de la pobreza, por citar solo 2 indicadores.

El liderazgo de los expresidentes de ADEX fue reconocido tanto por la sociedad en su conjunto como por varios gobiernos, cuyas autoridades no dudaron en convocarlos para que aporten con su experiencia al desarrollo nacional ocupando sendos cargos ministeriales.

Sin embargo, si bien se puede decir que hemos avanzado, aún hay mucho por hacer. Están pendientes las reformas estructurales que garanticen la fluidez de las inversiones privadas, reducir los sobrecostos logísticos que representan un obstáculo muy grande, al igual que los costos de la ineficiencia burocrática y corrupción.

Asimismo, concluir las reformas políticas y legislativas que permitan a las empresas mejorar sus capacidades para hacer frente a un desafiante mercado global. Se debe considerar que, de todas las empresas exportadoras, un gran porcentaje son pequeñas y son las más vulnerables por lo que no pueden mantener su oferta en el exterior y es ahí donde debemos focalizar el esfuerzo.

Nuestro sector aportó el año pasado más de 4 millones 100 mil empleos entre directos, indirectos e inducidos y con ello apoyó en la reducción de la pobreza y la mejora de oportunidades y es que ADEX es un gremio, que ad portas de cumplir 50 años este 18 de julio, renueva su compromiso de seguir trabajando para abrir un mundo de oportunidades a más peruanos.

Por Julio Pérez Alván

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