Los selfies del último ortodoxo
Los selfies del último ortodoxo
Kurt Burneo, durante su primera semana en el MEF, posó como una top model, con variados personajes, a los cuales recibió en la oficina del primer ministro (PCM) acompañado por Aníbal Torres para elaborar el proyecto de presupuesto 2023, quienes no sólo pedían el oro y el moro sino también la cabeza de la viceministra de Hacienda, Betty Sotelo, que representa la última contención ante el despilfarro fiscal. También logró un close up con su “madrina”, la fotogénica Elvia Barrios, presidenta del Poder Judicial, que acudió para abordar el crónico tema de la falencia financiera del sistema judicial, y si bien Torres y Burneo tienen la sartén por el mango, resultó casi imposible que en ese salón palaciego no flotara como duende “la tutela de derecho” presentada por Pedro Castillo.
Durante su visita a la presidenta del Congreso Lady Camones, luego de los retratos y superando lo insuperable: la sobonería del ministro Alejandro Salas, declaró que “la convocatoria del premier a movilizaciones no afecta la economía”. Disparate que pronunció emocionado, al haber conseguido que los presidentes de los gremios integrantes de Confiep, siempre prestos para el flash, modelaran en posición “Selección Peruana”, aunque algunos, mientras el ministro repetía como disco rayado confianza, confianza... trataban de escudriñar en su alma si quedaba algún atisbo de la heterodoxia que le implantó Félix Jiménez, su mentor.
Otra visita notable fue la que realizó el presidente de Petroperú, Humberto “Talara 6.000” Campodónico, que cual guerrero mongol de la talla de Gengis Kan, acudió al MEF para asestar un terrible “sablazo” de US$ 750 millones al Tesoro, como el que propinó hace tres meses (12/5/22). Y, para intentar balancear el portafolio hacia la izquierda, citó sin mayor éxito a los líderes de los trabajadores, porque no asistieron la CGTP y la CTP. Los que llegaron, las fantasmales CITE, CTE y la UNASSE no “armaban un retrato”. En la reunión no tuvo mucho que ofrecer, habida cuenta de la caída de 12% del ingreso promedio y la falta de recuperación del número de empleos “adecuados” prepandemia.
Asegurando la principal figurita del álbum, el ministro acudió al instituto emisor con su mejor corbata a posar con Julio Velarde, empero, tan destacado book de imágenes no eclipsó el desaire propinado por el BCR que siguió adelante con el alza de la tasa de interés de referencia (tasa) de 6 a 6.5% (11/8/22), pasando por alto su monserga: “necesitamos sentarnos en una mesa con el BCR para armonizar la política monetaria con la política fiscal y mirar hasta qué punto se puede armonizar la necesidad de regresar a la meta de inflación con la meta de crecimiento el próximo año... porque el incremento de la tasa encarece el crédito y, por tanto, ralentiza el consumo e inversión, buscando reducir a la mala la inflación; no obstante que la actual inflación es por choques adversos de oferta (costos) y no por demanda”.
Previamente el JP Morgan “le había puesto la cola al burro” indicando: “cualquier intento de interferir con la autonomía del Banco Central mediante el planteamiento de imponer una coordinación... puede provocar... mayores expectativas de inflación...” (8/8/22), mientras que el exministro de Economía, Luis Miguel Castilla, le exigía que sea eficiente antes que heterodoxo.
Al final de la semana quedó claro que a Burneo sólo le faltó un selfie con Lapadula.
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