Montaje de una dictadura
Montaje de una dictadura
En 1999 tuvimos que ir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, a denunciar el control de los Poderes del Estado por el Poder Ejecutivo, la quiebra del Estado Constitucional de Derecho y la imposición de una dictadura que buscaba perpetuarse en el poder, por lo que inventaron lo de la “rereelección” presidencial contando con “juristas” que vendieron el Derecho.
La CIDH se convirtió en defensora del Perú ante la OEA en Toronto y la convenció de enviar representantes para formar una Mesa de Diálogo que devolviera la Democracia al Perú. Eso permitió que agentes del SIE sacaran a la luz el video Kouri-Montesinos y que cayera la dictadura.
Ahora, la CIDH, financiada por Soros, está sometida a la dictadura mundial que nos está colonizando bajo el Nuevo Orden Mundial, y que está exigiendo a los gobiernos coludidos con ellos, que tomen control de los Poderes del Estado para imponer dictaduras nacionales que les faciliten a ellos la imposición de la dictadura del Gobierno Mundial de la ONU y demás organismos internacionales que controlan. Por eso en América Latina han recurrido a partidos de izquierda para facilitar el proceso, por sus modos dictatoriales de gobierno, luego los eliminarán.
Quitarles la inmunidad a los congresistas para despojar de poder al Poder Legislativo es parte de las instrucciones del Gobierno Mundial del Estado profundo (que Trump está desmantelando silenciosamente en medio de plandemias y cuarentenas) porque es el Congreso la principal rémora que tienen para aprobar la legislación y tratados de colonización de las naciones por el Nuevo Orden Mundial anticristiano. Tienen, por tanto, que desprestigiar al Congreso y echarle la culpa de todos los problemas nacionales para que la gente clame por la eliminación de la inmunidad parlamentaria, como ha venido haciendo Vizcarra con el concierto delictivo de la prensa que paga con nuestros recursos.
Como hay inteligentes congresistas que se le han filtrado en estas últimas elecciones, frente a la extorsión presidencial para aprobar la eliminación de la inmunidad parlamentaria, decidieron quitársela a todos, una medida antijurídica en Derecho Público comparado, que expone a todos a procesos penales infundados, pero magistral acto político que garantiza por ahora el equilibrio de poderes.
Vendrá la restitución del Estado de Derecho y la rectificación de esta barbarie, pero mientras tanto, el Congreso debe ratificar esta decisión y no permitir la consolidación de esta siniestra dictadura.