En todo país, las Áreas Naturales Protegidas (ANP) representan el escudo para conservar la diversidad frente al avance del desarrollo y la disminución de áreas naturales. Estas zonas merecen una gestión sostenible, ya que representan la conservación de la diversidad biológica del país, además de su valor cultural y su contribución al desarrollo sostenible.

Según los especialistas, la zona de amortiguamiento es el área adyacente del área natural protegida (ANP) en la que el uso de la tierra y sus recursos es parcialmente restringido para proteger al parque nacional u otra área protegida, a la vez que provee beneficios para las comunidades rurales vecinas. Su función es proteger el área designada como parque u otro nivel y también servir a las comunidades para la obtención de productos recolectables y cultivos que les generan ingresos económicos.

Un ejemplo que debemos difundir y que permite conocer la importancia de trabajar en estas zonas de amortiguamiento fue el reciente Premio Ecuatorial 2019, que recibieron cuatro comunidades nativas de la Amazonía peruana, y que distingue a las propuestas innovadoras basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos del cambio climático. Los premios fueron entregados por el  embajador de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Nikolaj Coster-Waldau, en Nueva York.

Una de las iniciativas propuestas para eliminar la tala ilegal en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Sierra del Divisor fue de las comunidades nativas de Nuevo Saposoa y Patria Nueva de Mediación Callería, del pueblo shipibo-conibo, y consistió en el uso de la tecnología satelital y celular para el monitoreo de más de 15 mil hectáreas de tierras ancestrales.

Asimismo, el ECA Amarakaeri presentó la gobernanza indígena como un mecanismo de conservación que, en coordinación con el Sernanp, fortalece las capacidades de sus integrantes y así conservar las más de 400 mil hectáreas que posee esta ANP, e implementar actividades productivas sostenibles como la cosecha de castaña, piscicultura y turismo vivencial en las zonas de amortiguamiento.

Similar iniciativa fue presentada por el ECA de la Reserva Comunal Tuntanaín al destacar la gobernanza territorial basada en medidas de adaptación al cambio climático, actividades productivas sostenibles y fortalecimiento de la estructura de gestión de las comunidades, lo que incrementó en los últimos 5 años los ingresos mensuales de 12 comunidades nativas en un 160% por el desarrollo de actividades productivas sostenibles.

De esta manera, la inversión en las zonas de amortiguamiento no solo beneficia a la ANP, sino principalmente genera identificación en sus pobladores, quienes a través de actividades como el ecoturismo, el manejo o la recuperación de poblaciones de flora y fauna, e investigación que, entre otras actividades, defienden el área natural.