Necesidad de reciclar antes de eliminar
Necesidad de reciclar antes de eliminar
El crecimiento del consumo y la facilidad del plástico para envasar una gran variedad de productos nos lleva a una situación difícil como país y sociedad de manejar el reciclaje y, por lo tanto, de que los ciudadanos se incluyan en una economía circular.
Cada vez es más difícil ver las calles de las ciudades limpias, su transporte público y otros espacios. De hecho, esta tarea no solo recae en el individuo, sino también en los municipios que no alientan el uso de las 3R: reducir, reciclar y reutilizar.
Según el Registro Nacional de Municipalidades (RENAMU), en el 2019 apenas el 23% de sus organizaciones indicó incluir al reciclaje como método de disposición final de residuos. Ello es debido a que existe una brecha en la capacidad de gestión municipal para impulsar programas de reciclaje. Y mucho menos, colocar tachos donde los vecinos puedan llevar el papel, vidrio o plástico. Lo cual es muy común en países europeos.
A diferencia de los países de Latam, la UE divide los residuos en dos categorías: recuperación, que incluye el reciclado, recuperar energía, y el relleno, utilizados para reestructurar zonas excavadas (minas subterráneas). Y la eliminación abarca el vertido y la incineración. Según Eurostat, el 39.9% de los residuos tratados se recicló, el 12% se rellenó y el porcentaje de valorización energética fue del 6.5%.
De allí que se calcula que la tasa de reciclaje de la UE ronda el 40%. Pero la tasa varía en Rumania, que es del 5.2%, y el 83.2% en Italia. Se conoce que, en Costa Rica, un 94% de los RRSS terminan en rellenos sanitarios, vertederos controlados o botaderos a cielo abierto.
En el caso del Perú, el Ministerio del Ambiente (MINAM) indicó que casi la mitad de las 21 mil toneladas de residuos sólidos (RRSS) producidas por día en el país, equivalente a 2000 camiones de basura al día, acaba en botaderos, ríos y lagos sin pasar por algún tratamiento; y solo el 1% de los residuos municipales son recuperados. Investigadores afirman que el 70% de estos desechos pueden ser reaprovechados de alguna manera.
Los rellenos sanitarios podrían colapsar debido a que es el método más utilizado en el país para disponer los RRSS que, a diferencia de otros países, quizás no cumplen con el control de líquidos y lixiviados generados por el proceso de descomposición de los sólidos, así como de los gases producidos, sustancias que dañarían los acuíferos, el ambiente y la salud de los pobladores.
Ante esta realidad, se debe impulsar la educación ambiental y campañas de reciclaje a diversos niveles tanto de parte del Estado como de la sociedad. Las 3R deben estar presentes, pero también contar con los elementos para que los ciudadanos puedan dejar sus residuos aprovechables.
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