¡Nos tratan como a imbéciles!

¡Nos tratan como a imbéciles!

El miserable Martín Vizcarra trafica con la buena voluntad de muchos peruanos, a quienes les engaña con su falso discurso buenista, habiendo sido un infame mandatario que acabó provocando la muerte de más de doscientos mil peruanos. Sí, amable lector, más de 200,000 peruanos murieron víctima del Covid porque Vizcarra, y su dupla de ministros de Salud -Pilar Mazzetti y Víctor Zamora-, actuaron de cómplices suyos oponiéndose a la compra de las pruebas moleculares, sustituyéndolas por las infames, inútiles pruebas rápidas (que le compraron a China a precio de oro), habiendo inducido con ello a la muerte directa de más de 200,000 compatriotas, a quienes jamás se les detectó la enfermedad a pesar de que se sometieron a esa “prueba” con aquella estafa vizcarrista.

Allí no quedaría la cosa. Vizcarra se opuso con delincuencial terquedad no solo a la compra de plantas para la producción de oxígeno, sino que prohibió que las entidades de Salud del Estado aceptasen donaciones del sector privado, consistentes en equipos de respiración asistida, camas UCI, asimismo plantas para la producción de oxígeno. Hubo, entonces, una directriz asesina dictada desde palacio de gobierno para evitar que los hospitales públicos tuvieran los implementos necesarios a efectos de atender, debidamente, a los miles de ciudadanos que acudían a esos centros de salud. Una realidad kafkiana, que retrata en todo su esplendor la crueldad de este individuo llamado Martin Vizcarra Cornejo. La cosa no quedó allí. En connivencia con su exministra Mazzetti, urdió la compra -hiper sobrevaluada- de las peores vacunas que existían en el mercado, las chinas, contribuyendo adicionalmente a multiplicar la cifra de fallecidos por el Covid en nuestro país. Al extremo que, en el ranking mundial, aparece el Perú en el primer puesto de las naciones con mayor número de muertes por covid respecto a su población. Si hasta aquí le parece suficiente la crueldad de este sujeto apellidado Vizcarra, recuerde que, también en contubernio con la exministra Mazzetti, Martín Vizcarra Cornejo elaboró una lista secreta de personas seleccionadas por él -entre quienes, por supuesto, aparecía su nombre en primer lugar- para hacerse vacunar meses antes que el resto de peruanos usando las vacunas Sinopharm. Hecho que ocultó tercamente. Hasta que salieron a la luz los papeles, y el miserable Vizcarra quedó en evidencia, junto con toda la relación de tipejos miserables que, a espaldas del país, se acogieron a una preferencia ilegítima y criminal.

Pues a ese miserable Vizcarra, aparte de haber atentado contra la ciudadanía y planificado vacunarse a hurtadillas; con los agregados que el Congreso lo vacó por incapacidad moral, que viene siendo investigado por la Justicia por corrupto, y que dio un golpe de Estado para cerrar el Congreso, hasta la fecha los peruanos le pagamos un destacamento de 15 policías (las 24 horas del día; vale decir, tres turnos de 15; que equivalen a 45 policías a órdenes de este infame sujeto) por haber sido el presidente que más muertos carga sobre su espalda. ¿Hasta cuándo seguirán tratándonos como imbéciles a los peruanos?

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