En la evaluación PISA sobre el pensamiento creativo, Perú está por debajo del promedio de la OCDE, con solo un 48% de los estudiantes superando el nivel 3 y un preocupante 26% en los niveles más bajos. Gran parte de ellos presenta dificultades para generar ideas en tareas cotidianas y pocos son capaces de plantear soluciones a problemas familiares y en entornos sociales, incluyendo la escuela, donde la autoridad de los profesores y directores sigue decayendo.

Es evidente que, post pandemia, la crisis de aprendizaje escolar se ha profundizado, debido a las mayores brechas de tecnología, infraestructura y capacitación docente. Aunque fuimos pioneros en la robótica construccionista como medio de aprendizaje de matemática, comunicación y ciencia, las estrategias han sido parciales.

En 1994 implementé la robótica construccionista en el colegio privado Alejandro Deusta. De 1996 al 1999, el ministro Ingeniero Domingo Palermo la implementó en 500 colegios a nivel nacional con capacitación docente descentralizada en el proyecto INFOESCUELA.

En 2008, el ministro Ingeniero Antonio Chang extendió la robótica educativa primaria a 20,000 colegios, incluyendo colegios andinos. Sin embargo, posteriormente, solo se han desarrollado estrategias parciales como el Colegio Presidente del Perú, los colegios Emblemáticos, COARES y Bicentenarios, que escasamente cubren 100 colegios a nivel nacional, muchos con kits de robótica de hace 10 años.

En la reciente Hackathon de Robótica (MED) en Huampaní, felicité a la delegación de Puno, que fue la única con tecnología de robótica con inteligencia artificial, e invité al Mundial de Robótica Asia Pacífico.

Para septiembre, hemos convocado a todos los colegios, públicos y privados, para que participen en la clasificatoria para el Mundial de Robótica Asia Pacífico que tomará lugar a inicios de noviembre en Turquía.

La Hackathon fue clausurada por el ministro de Educación, Morgan Quero, quien llamó a un pacto social por la educación. Le comenté que escribiría sobre el tema porque hace años que no venía un ministro a clausurar un concurso de robótica y menos un domingo al mediodía en Huampaní, lo que me hizo creer en sus palabras.

Según el MINEDU (2018), solo el 18.8% de locales de instituciones educativas públicas estaban en buen estado, y el 15.9% requerían reparación total. Solo el 37.5% contaba con servicios básicos (electricidad, agua y saneamiento). Además, estas instituciones han recibido cerca de 500,000 nuevos alumnos de colegios privados que quebraron por la pandemia y alrededor de 130,000 niños de padres extranjeros, muchos de los cuales no han podido ingresar por falta de vacantes y problemas económicos.

Los datos de infraestructura educativa datan del censo de 2014. Es necesario realizar un censo en 2024 para dimensionar la brecha de infraestructura y los recursos requeridos, considerando que aún se necesita reconstruir el 50% de los establecimientos escolares.

La brecha en infraestructura demandaría una inversión de 174,000 millones de soles, y con solo 9,000 millones presupuestados para 2024, cerrarla demandaría 17 años. Se requiere una estrategia conjunta público-privada para avanzar con rapidez. El presupuesto para el sector Educación 2024 asciende a 241,000 millones de soles, y cerca del 60% se destina solo a salarios.

Es crucial optimizar este gasto invirtiendo en el desarrollo de capacidades de los maestros e invirtiendo también en tecnología de robótica, más aún por la necesaria fusión de la tecnología con las disciplinas académicas, como sostiene Seymour Papert.

La crisis de aprendizaje actual exige desarrollar una estrategia para mejorar competencias básicas (matemática, comunicación y ciencia) y asegurar que nuestros niños comprendan lo que leen, escriben y escuchan. Un pacto social por la calidad de la educación mejorará nuestra productividad y especialización de la mano de obra, como ha sido el caso de Costa Rica.

En Perú, el MINEDU propone un Pacto Social por la Educación, uniendo al sector público y privado, docentes, estudiantes y la ciudadanía para lograr una convivencia pacífica y democrática en las escuelas. Este pacto buscaría cerrar brechas históricas y lograr la calidad educativa que el Perú necesita.
El Gobierno impulsa un “shock de inversiones” de aproximadamente 7,200 millones de soles en educación, incluyendo la construcción de colegios modernos en Lima Metropolitana y otras 9 regiones.

La iniciativa “Abraza un Colegio” permite que empresas privadas inviertan en instituciones educativas públicas en su área de influencia. Es importante consolidar una cultura de paz en las aulas, que promueva el desarrollo socioemocional de los estudiantes. Finalmente, debe desarrollarse un plan de integración de la inteligencia artificial para fortalecer competencias digitales y promover la investigación y el desarrollo de nuevos recursos educativos.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.