Pagos digitales e inclusión financiera

Pagos digitales e inclusión financiera

En un mundo cada vez más digitalizado y con menos uso de efectivo, la importancia del dinero y las finanzas se vuelve crucial. Este contexto exige que los responsables de las políticas no solo regulen el mercado, sino que también lo formen proactivamente. Además, los bancos centrales deben repensar su papel y volverse más eficientes para adaptarse a esta nueva realidad.

Con el crecimiento de las transacciones sin efectivo, los bancos centrales tienen la oportunidad de servir al interés público proporcionando y moldeando la infraestructura de los sistemas de pago digitales. Para hacerlo de manera efectiva, deben abandonar supuestos obsoletos y reimaginar sus roles. Muchos bancos centrales en todo el mundo ya están trabajando en esto, desarrollando monedas digitales (CBDC, por sus siglas en inglés) con el objetivo de mejorar el acceso y uso de pagos digitales, aumentar la eficiencia de los pagos, reducir los costos del manejo de efectivo, fomentar la competencia e innovación, potenciar la política monetaria, fortalecer la estabilidad financiera y consolidar la preferencia por la moneda local como medio de pago.

Un ejemplo destacado es India, donde el Banco Central ha creado el UPI, una infraestructura de pagos digitales interoperables. En Brasil, el Banco Central ha impulsado el Sistema PIX, que integra los sistemas privados existentes para ofrecer un servicio interoperable de pagos instantáneos, utilizado por el 66% de la población, superando el uso de tarjetas de crédito y débito.

En Perú, más del 60% de los hogares usa tarjetas de crédito y débito para sus compras. Hay 8 millones de tarjetas de crédito y casi 44 millones de tarjetas de débito en circulación, además de billeteras digitales como Yape y Plin, que están creciendo rápidamente. Sin embargo, el FMI ha señalado que Perú enfrenta bajos niveles de inclusión financiera e interoperabilidad, lo que limita el desarrollo de los pagos digitales.

Desde 2021, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), con el apoyo del FMI, está promoviendo los pagos digitales. Se están llevando a cabo experiencias piloto utilizando dinero digital del Banco Central, con la participación del sector privado como distribuidor del dinero digital.

Actualmente, para usar una billetera digital en Perú, una persona debe acercarse a una entidad financiera, crear una cuenta, depositar dinero en efectivo y luego usar ese saldo digital. El BCRP planea que su dinero digital conviva con los diferentes instrumentos de pago del sistema financiero existente, complementándolos.

El BCRP ha identificado que existen 10 billeteras digitales y de código QR en el mercado peruano, ofrecidas por diversas entidades como el Banco de Crédito del Perú (Yape), EEDE tarjetas peruanas prepago (Ligo), Caja Cusco (Wayki), Financiera OH, Interbank (IzipayYa), Prex (Prexpe), Bitel (Bipay), Financiera Efectiva (Efectiva tu Financiera), APDE BIM (Bim) y Gmoney (Kontigo). Sin embargo, hay poca interoperabilidad y diferentes estructuras de comisiones. Además, hay dificultades en el acceso a internet y aproximadamente el 50% de la población adulta no está bancarizada, con el 76% de ellos viviendo en áreas urbanas, especialmente en Lima Metropolitana.

Para aumentar la inclusión financiera, el BCRP quiere usar el dinero digital para llegar a las zonas no bancarizadas, donde se usa mucho efectivo. Esto incluye a vendedores ambulantes, transportistas y trabajadores de la construcción, que a menudo son víctimas de la delincuencia. A partir de julio de este año, los proveedores de servicios de pagos digitales registrados por el BCRP, interesados en ampliar sus servicios a personas en zonas de baja bancarización, trabajarán juntos para crear mecanismos que lleguen a estos usuarios no bancarizados y propondrán soluciones offline para áreas sin internet. Por ejemplo, en China y Singapur se están probando pagos con el chip de un celular y notificaciones por SMS en áreas rurales.

No obstante, los pagos digitales también presentan riesgos, como la sustitución de depósitos bancarios, posibles corridas bancarias digitales, el uso de moneda digital en actividades ilegales y riesgos de ciberseguridad. Para enfrentarlos y evaluar las capacidades reales de los proveedores privados de dinero digital, el BCRP está implementando un proceso piloto. En este proceso, las empresas distribuidoras del dinero digital primero colocan dinero en el Banco Central de Reserva, se crea una cuenta y luego distribuyen los fondos a las personas.

En resumen, el avance de los pagos digitales y el desarrollo de una moneda digital del banco central representan una oportunidad para mejorar la inclusión financiera y la eficiencia de los pagos. Sin embargo, es esencial gestionar cuidadosamente los riesgos asociados para garantizar un sistema seguro y confiable.

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