Petro y el punto de inflexión de su gobierno
Petro y el punto de inflexión de su gobierno
Los recientes audios del exembajador de Colombia en Caracas, Armando Benedetti, que han sido escuchados por la opinión pública colombiana e internacional, quedando anonadadas, es de lejos, el mayor escándalo político que sacude al primer gobierno de izquierda en la historia del hermano país cafetero.
Por su contenido lleno de amenazas vertidas por Benedetti hacia Petro y contadas a la destituida jefa de gabinete del presidente, la señora Laura Saravia, sobre los orígenes del financiamiento de la campaña electoral que exitosamente condujo a Petro a la victoria convirtiéndose en inquilino de la Casa de Nariño –la sede del Poder Ejecutivo y residencia presidencial por 4 años–, es considerada una verdadera bomba atómica política que mellará indiscutiblemente el futuro inmediato y mediato del mandatario, constituyendo, a mi juicio, el temprano punto de inflexión en su gobierno que ni siquiera ha llegado a su primer año.
La primer más grave consecuencia de impacto que viene produciendo en el imaginario de los más de 51 millones de colombianos es que Petro ya no es más el líder de la izquierda que había llegado propugnando el discurso del cambio para una Colombia que luego de conseguir un contexto de tranquilidad nacional mayoritario por el Acuerdo de Paz de 2016, con Petro debía iniciar una etapa de relanzamiento nacional, principalmente pacífico y económico.
Los que votaron por Petro pusieron a un costado su pasado guerrillero y confiaron en el discurso idealista de un mandatario que viéndolo inicialmente como un angelito ahora más bien y sin ilusión fáctica, comienzan a creer seriamente que se trata de un tremendo diablo.
Frente a la deslegitimación que producirá este escándalo en Petro en su alta condición de presidente de la República, y mirando retroactivamente el esperanzador Pacto Histórico que como alianza de la izquierda colombiana le permitió llegar al poder, se volverá más bien en un pacto histérico, comenzando por el propio Petro que, en reacción al eco indetenible de los elocuentes audios reveladores, ya ha comenzado a neutralizarlos, queriéndolos teñir de ilegales.
En el ámbito internacional seguramente buscará la distracción del escándalo recurriendo a la narrativa ya conocida contra la presidenta constitucional del Perú, Dina Boluarte, así que estamos advertidos en ese frente; sin embargo, aunque en lo inmediato consiga algún cometido por el control que tiene de espacios estratégicos del aparato estatal colombiano, nada hará cambiar el inexorable camino de su desgaste por decepción nacional en contraste del encantamiento por ilusión que, hace casi un año, lo convirtió en jefe de Estado.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.