¿Por qué fue secuestrado el yerno del presidente Edmundo González Urrutia?
¿Por qué fue secuestrado el yerno del presidente Edmundo González Urrutia?
El día que el dictador, Nicolás Maduro, deje de ser una amenaza para los venezolanos, pues ese día, será su final. La práctica demoníaca del tirano ha sido siempre la intimidación a cualquier precio, y por esa razón, la cárcel de Ramo Verde, al sur de Caracas, atestada de presos políticos, se ha convertido en el símbolo de la represión. Seguramente en sus calabozos debe haber sido encerrado Rafael Tudares, yerno del embajador de carrera, Edmundo González Urrutia, elegido presidente de Venezuela en abrumador, indubitable e incuestionable acto de sufragio universal, el domingo 28 de julio de 2024. Pero ¿por qué razón el dictador, Maduro, se ha ensañado privando de la libertad al esposo de su hija Mariana?. La respuesta salta a la vista. La gira del presidente González Urrutia ha creado hermetismo en Maduro, quien para asegurar que no haya sorpresas el próximo viernes 10 de enero, fecha en que, de acuerdo con la Constitución de Venezuela, deberá tomar posesión del cargo ante la Asamblea Nacional (Congreso de la República en el caso peruano), el candidato que ganó las elecciones, busca intimidar al valiente diplomático llanero, poniéndolo entre la espada y la pared, para que no efectivice el anuncio que hiciera antes de partir de Madrid, donde recibió la protección como asilado, hacia América, en la idea de volver a Caracas, precisamente para el inminente viernes 10 de enero. Así, Maduro quiere transmitir el mensaje de que hará exactamente lo mismo que a Tudares, con el propio González, por cuyo paradero, incluso, ha ofrecido una recompensa de 100 mil dólares como si el líder opositor estuviera escondido. Si con el anuncio de la recompensa me había quedado claro que Edmundo no viajaría a Venezuela, ahora con la noticia del secuestro de su yerno, mayor razón para creerlo, pues no expondrá la vida del papá de sus nietos y la suya, irritando al dictador, y porque realistamente, sería detenido apenas pise el suelo de su país, considerando la eventualidad de que, en ese contexto de excitaciones políticas, de vida o muerte para el dictador, pudiera suceder una desgracia mayor. Creo que Edmundo González es consciente de que no hay absolutamente ninguna condición que pudiera garantizar su retorno al país. Esa es la única realidad.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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