El 18 de junio de 2024 se cumplirán 60 años del inicio de relaciones diplomáticas entre el Perú y el Reino de Marruecos. La presidenta de la República, Dina Boluarte, debería considerar de interés de Estado viajar a ese país árabe del norte de África para esa especial ocasión, y nuestra cancillería debería coordinar con la de Rabat dicho viaje por su connotación histórica, y esta vez pensando en los intereses del Perú, habida cuenta el creciente e imparable empoderamiento que viene registrando Marruecos en el marco de la política internacional contemporánea.

Voy a referir, entonces, las razones de peso para que Palacio de Gobierno instruya a Torre Tagle, en su condición de ejecutora de la política exterior peruana, la priorización de la visita de Estado de la mandataria Boluarte a Rabat.

Veamos: 1.° AHORA TOCA A PERÚ. En 2004, fue el rey Mohamed VI, quien por primera vez –de connotación histórica–, realizó una visita de Estado al Perú, que se hallaba gobernado por el Dr. Alejandro Toledo en esa época (2001-2006).

Recordemos que desde 1964, en que se iniciaron las relaciones diplomáticas entre ambos países -era el primer gobierno del arquitecto Fernando Belaunde Terry (1963-1968), y en Marruecos, el rey Hassan II (1961-1999), se hallaba al frente del país que había alcanzado su independencia de España y Francia, apenas 8 años antes –en 1956– de la mano de su padre, Mohamed V, que fuera Sultán desde 1927 hasta 1953 y de 1955 a 1957, y rey, desde este año hasta su muerte en 1961.

La reciprocidad, entonces, es lo que corresponde. 2.° CINCUENTENARIO SIN RECIPROCIDAD. Para el 18 de junio de 2014, en que se cumplieron 50 años de relaciones diplomáticas, el presidente Ollanta Humala (2011-2016) no viajó a Marruecos. Ese día hubo actividades en Rabat, y en Lima, en los días siguientes, pero fueron de nivel viceministerial y ministerial, respectivamente. El medio siglo de estrechas vinculaciones no tuvo la connotación que merecía y eso no estuvo bien.

3.° FORTALECIMIENTO BILATERAL ES LO QUE SIGUE. La presidenta Boluarte corrigió, finalmente, el tremendo error del gobierno del expresidente, Pedro Castillo, de reanudar relaciones con la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que no existe jurídicamente, y, por tanto, no cuenta con reconocimiento de las Naciones Unidas, que es el mayor y más ecuménico foro político del planeta.

Convencido por fuerzas de la izquierda radical de acercar a su gobierno a la RASD, una vez nombrado canciller, lo pude convencer –como a sus más cercanos colaboradores– de romper definitivamente con la RASD, lo que hicimos y hasta conseguimos en gesto de buena amistad, y con una formidable Hoja de Ruta, sin condiciones, que Marruecos donara al Perú 150,000 toneladas de fertilizantes, con lo cual había acabado la crisis agrícola que remecía seriamente al gobierno.

Aunque Boluarte solo ha suspendido las relaciones con la RASD, mirando diplomáticamente la corrección efectuada, ha sido un importante paso. Nada más relevante como la presencia in loco de la propia jefa de Estado para personificar el gesto de fortalecimiento político bilateral luego de todo lo sucedido; y, 4° CERCA DE MARRUECOS SUMA AL PERÚ.

Para tener confianza en que el paso dado es el acertado, miremos el reconocimiento de países como Estados Unidos, España, Israel, y de muchos otros Estados influyentes en las relaciones internacionales, de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental. De la mano del derecho internacional y haciendo falta sumar a nuestra imagen internacional, bastante alicaída, será para el Perú la oportunidad de hallar nuevos caminos hacia las grandes ligas internacionales, a las que Marruecos -estoy seguro-, no se va a negar a darnos la mano. Por todo eso, ¡viaje, señora Presidenta!

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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