Privación criminal de medicinas

Privación criminal de medicinas

Sobrecogedora la discusión entre el premier y la ministra de Salud sobre si nos vuelven a encerrar o se aumentan las pruebas moleculares, ambas estratagemas de la OMS, que no sólo han demostrado ser ineficaces, sino que evidencian un plan de exterminio de la población mundial y de quiebra de las naciones con fines de dominación.

Existen medicinas contra el Covid, pero la OMS y los ministerios de salud se han encargado de desacreditarlas y a los científicos que las avalan, y han continuado imponiendo protocolos que siguen llevando a la muerte a la humanidad.
Con despilfarro multimillonario y cero efectividad, sobre endeudado y quebrado, el Perú ha tenido una capacidad de soporte de un gobierno genocida y traidor a la Patria, que no tiene precedentes en la historia de la corrupción nacional.

Por testimonio de miles de personas y de cientos de médicos, el CDS a base de dióxido de cloro, que no es lejía, como lo quieren satanizar los operadores de este plan genocida, y de lo cual tendrán que dar cuenta ante los tribunales internacionales en donde los estamos denunciando, incluidos los responsables de los medios de prensa y digitales que son cómplices de este concierto genocida, el mundo cuenta con una medicina económica, probada científicamente y cien por ciento efectiva, que se usa para eliminar todo virus y patógeno de la sangre donada desde hace años.

La solución, por tanto, está en educar a la población para que tome el CDS correctamente: preventiva y curativamente, y proveerles esta sustancia que es muy económica y no tiene ningún efecto perjudicial.

La campaña de descrédito y prohibición de esta medicina que sana a los enfermos con Covid en pocas horas, y elimina su presencia en el cuerpo en 4 días, sólo tiene dos razones: se les cae el plan genocida, y la desesperación de imponer una vacuna financiada por Bill Gates para cambiar el ADN de la población mundial y hacerla dominable, esterilizarla, acortarle la vida, e introducirle un microchip con una marca de control para identificar a los que se la apliquen y que tendrán el privilegio de ejercer sus derechos, como lo han aprobado en Resolución de la 48 Asamblea de la OEA, acápite X, sobre Seguimiento al Programa Interamericano para el Registro Civil Universal y “Derecho a la Identidad”, el plan de control humano más perverso de la historia universal.