Estuve en Huaura, a 150 km al norte de Lima, invitado por su alcalde y el presidente del Instituto Sanmartiniano de esa ciudad, participando de los festejos en la “CUNA DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ”, al cumplirse ayer, 12 de febrero, 203 años de la dación del Reglamento Provisional, la primera norma jurídica del Perú en su proceso de independencia, por el General José de San Martín, que presidió la denominada Corriente Libertadora del Sur. Con toneladas de historia el denominado Norte Chico que comprende el propio Huaura, lugar en que San Martín dio el primer grito de independencia de nuestro país en el emblemático balcón del recinto hasta donde había llegado e instalado su Cuartel General, pues no podía ingresar en Lima aun ocupada por los realistas; Végueta, distrito ubicado unos pocos kilómetros más al norte de Huacho, donde desembarcó el Ejército Expedicionario con el libertador argentino a la cabeza; Supe, más hacia el norte, y antes de Barranca, que en 1819, ya se había pronunciado por la independencia de España; y Pativilca, distrito en el que Simón Bolívar, ya premunido de los poderes concedidos por Lima, instaló su Cuartel General, en enero de 1824, entrenó a sus tropas y con ellas, de allí partió hacia la Sierra peruana para consumar por las gestas victoriosas de Junín y Ayacucho de 1824, la independencia definitiva de Perú ý y América, cuyo bicentenario celebramos este año. En mi discurso de orden he propuesto que, a la luz del enorme impacto del mega puerto de Chancay, con efecto multidimensional en todo el Norte Chico del Perú, que el área comprendida entre Lima y Barranca, (200 kilómetros, aprox.), sea declarado de interés nacional y como punto de inflexión en el tamaño de política de Estado como el “MAYOR ESPACIO GEOPOLÍTICO DEL PERÚ DEL SIGLO XXI”.

¿Qué significará, concretamente? 1°La priorización político-jurídica del Norte Chico en la agenda del país, que permitirá despojarnos de la persistente proclividad centralista de nuestras autoridades a lo largo de nuestra vida republicana. Como Chile, cuya sede del Poder Legislativo, se encuentra en la ciudad de Valparaíso, a 190 km de Santiago, perfectamente Huaura, podría convertirse en sede central del ministerio de Educación o de Cultura. 2° Infraestructura urbana y turística de punta. Contando con un CIRCUITO HISTÓRICO realmente impresionante por las ciudades del bicentenario que acabo de referir, además, con hermosas playas, en el Norte Chico deberíamos contar con verdaderos mega centros urbanos –por descontado un Downtown–, con grandes edificios, vías completamente asfaltadas y un ordenamiento urbano, también de primer nivel y con un tren bala, que es lo esperado; así, siempre buscando que la sana emulación sea en beneficio de todos los peruanos, toda la referida logística e infraestructura citadina deberá ser tamaño, envergadura y connotación estratégica igual o mayor que en la costa sur de Lima donde contamos playas como la bella y atractiva zona de Asia. Basta mirar el auge alcanzado por Florianópolis –no se halla en Río de Janeiro ni en Sao Paulo, sino más al sur de la dominante costa atlántica del Brasil–, que cuenta uno de los más grandes desarrollos en calidad de vida en todo ese país. 3° Convertir al Norte Chico en uno de los lugares más seguros y tranquilos del país. Esta realidad deberá ser una de las tareas inmediatas y simultáneas más importantes en el marco de la referida política de Estado. Sería inconcebible que aun con la prosperidad económica que nos dará el mega puerto de Chancay, siga imponiéndose el statu quo de inseguridad ciudadana, y todo siga igual de peligroso en esta parte del país. CONCLUSIÓN: El mega puerto de Chancay exige coherencia nacional a nuestros gobernantes nacionales y subnacionales, de lo contrario se habrá consumado, como pasó por el auge del guano del siglo XIX, la segunda prosperidad falaz de nuestra historia bicentenaria.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.