Proyecciones económicas al cierre de 2024

Proyecciones económicas al cierre de 2024

El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) presentó su Reporte de Inflación correspondiente a diciembre de 2024, un documento que ofrece un análisis exhaustivo del panorama macroeconómico global y local, así como las perspectivas para el periodo 2024-2026. El informe destaca cómo las tendencias económicas internacionales, los choques externos y las políticas internas configuran las expectativas de crecimiento, inflación y estabilidad monetaria en el Perú.
En el contexto global, el crecimiento económico muestra signos de estabilidad relativa, aunque con matices importantes. Estados Unidos ha mantenido un desempeño dinámico que contrasta con la desaceleración observada en otras economías desarrolladas, como Japón y el Reino Unido. Este dinamismo ha llevado a una revisión al alza del crecimiento mundial para 2024, situándolo en un 3,1%. Sin embargo, las proyecciones para 2025 han sido ajustadas a la baja, a 3.0%, debido a tensiones comerciales y la debilidad persistente del sector inmobiliario en China, país que también enfrenta presiones deflacionarias y altos niveles de endeudamiento.
En cuanto a la inflación global, se ha registrado una desaceleración, aunque persisten presiones en el sector servicios en economías avanzadas y en economías emergentes como Brasil, impulsadas por un crecimiento superior al potencial. En el ámbito de los commodities, los términos de intercambio han mostrado una mejora significativa, creciendo un 13.5% interanual en el tercer trimestre de 2024. Este aumento se debe a los precios elevados de metales como el cobre, respaldados por la demanda de China y un entorno económico favorable en Estados Unidos.
No obstante, para 2025 se proyecta una reducción del superávit al 1.2% debido al repunte de la demanda interna y las utilidades de empresas con inversión extranjera, mientras que en 2026 se espera una ligera recuperación al 1.5%.
En el plano nacional, el crecimiento económico mostró una aceleración en el tercer trimestre de 2024, con un aumento del 3.8% interanual. En particular, las actividades no primarias como el comercio y los servicios han tenido un desempeño notable, complementadas por una inversión pública que continúa creciendo a tasas de dos dígitos. Se espera que el Producto Bruto Interno (PBI) crezca un 3.2% en 2024, ligeramente por encima de las proyecciones anteriores. Este crecimiento será sostenido por la mayor producción minera, pesquera y manufacturera, así como por un incremento significativo en la inversión pública.
En cuanto a la inflación, esta ha mantenido una tendencia descendente desde abril de 2024, situándose dentro del rango meta del BCRP, entre 1% y 3%. La inflación sin alimentos y energía disminuyó de 2.78% en agosto a 2.56% en noviembre. Las proyecciones para los próximos años indican una inflación cercana al centro del rango meta, con tasas anuales de 2.1% en 2024 y 2,0% en 2025 y 2026. Este escenario supone la reversión gradual de los choques de oferta y una disminución de las expectativas inflacionarias.
En el frente fiscal, el déficit acumulado en los últimos 12 meses subió de 2.8% a 3.9% del PBI entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024. A pesar de este incremento, Perú tiene uno de los déficits fiscales más bajos de la región y se proyecta que se reducirá a 2.2% en 2025 y a 1.8% en 2026. Este ajuste fiscal será clave para mantener el grado de inversión y asegurar condiciones favorables de financiamiento externo.
En cuanto a la política monetaria, el BCRP ha reducido la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos en siete reuniones del Programa Monetario durante 2024, llevándola al 5.0%. Estas decisiones buscan anclar las expectativas inflacionarias y apoyar la recuperación económica. Hacia adelante, se espera que los ajustes en la tasa de interés estén condicionados a la evolución de la inflación y sus determinantes.
En síntesis, el Reporte de Inflación de diciembre de 2024 presenta un panorama moderadamente optimista para la economía peruana, respaldado por un entorno externo favorable y políticas internas orientadas a la estabilidad y el crecimiento, lo cual debe ser aprovechado con políticas económicas que se enfoquen en fortalecer la inversión en educación y tecnología, pilares fundamentales para un desarrollo inclusivo y sostenido.
Para el Perú, el reto no solo radica en mantener el crecimiento, sino en convertirlo en una herramienta efectiva para cerrar brechas sociales, fortalecer la productividad y diversificar la estructura económica. Si bien las proyecciones ofrecen un panorama optimista, no debemos olvidar que los retos estructurales del Perú exigen un enfoque más completo, que permita generar crecimiento con desarrollo integral.

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