El comportamiento sexual no está fuera de nosotros sino en nuestro interior, la forma como percibimos la vida sexual, no solo de uno mismo sino como pareja. Si bien es verdad que una sociedad puede condicionar determinados comportamientos, es uno y la pareja que consiente determinadas relaciones de pareja, porque se sienten gratificadas mutuamente.

No existe reglas preconcebidas para una relación, lo que menos debe suceder al momento de iniciar una vida sexual es despejarse de estereotipos, porque lo único que logran es razonar una relación y eso es lo que deben evitar, deben dar rienda suelta a la espontaneidad, sentimientos, emociones, pasión y creatividad, no solamente de una de las partes involucradas sino de ambas para que fluya en forma libre, logrando integrarse como pareja y no ser una pareja dispareja.

Todo está permitido en una relación de pareja consentida, no existen límites, los límites están en la mente, que crea sus propias barreras, donde se instala la duda, qué es normal o anormal en el sexo, creando sentimientos de culpa que, en lugar de liberar la relación, los inhibe, produciendo insatisfacción, que si no se corrige por el bien de la pareja, la relación puede convertirse en disfuncional, es importante la sinceridad, el diálogo, la aceptación de sentirse bien, regular o mal, para llenar los vacíos y llegar a la plenitud.

Hasta ahora se encuentra arraigado el concepto que la relación de pareja debe ser simplemente de penetración, sin buscar variables, como el sexo oral, anal, el beso a los senos, las caricias en zonas estimulantes como la masturbación recíproca, que une a las parejas. Esta falta de sinceramiento desune a la pareja, corriendo el riesgo de buscar otra relación fuera de la pareja, que les permita expresar su sentir en forma abierta y esto hay que evitarlo, y cómo se logra, conversando o pidiendo ayuda a personas entendidas en la materia.

Una de las causales de la infidelidad de las parejas es la falta de sinceridad, buscan a terceras personas en las que se puedan sentir bien y no buscan la forma de hacerlo con su pareja porque consideran que no lo van a saber comprender, sin embargo, no lo intentan, porque simplemente no existen verdaderos sentimientos.

Este tema me trae a colación que existen relaciones sexuales simplemente por sexo y otras con sexo y amor. Entre las dos, la más importante es el sexo con amor, porque se encuentran involucrados los sentimientos, en cambio, en las relaciones sexuales por sexo, no existe ese compromiso emocional, sentimental, simplemente las parejas viven el momento, si esa relación se convierte en algo más profundo como el amor las cosas cambian. No debemos olvidar que algunas relaciones de pareja han comenzado de esa forma y con el tiempo se han unido e inclusive han formado una familia y son felices. Nos desarrollamos en un mundo de relaciones humanas susceptibles de ser modificadas y dentro de ellas se encuentran las relaciones de pareja. No olvidemos que las relaciones de pareja como ideal se manejan con la parte emocional, sentimientos, razonamiento y sexo. En algunos casos, estos tres componentes se integran, en otros casos, están unidos racionalmente por los intereses económicos, sociales, culturales; y en otras circunstancias, las relaciones se mantienen por el sexo; no obstante, dentro de la familia, cada uno vive por su lado, en un mismo hogar, pero a la hora de establecer una relación sexual se compenetran muy bien. “Para tener sexo con su pareja hay que tener la mente libre”.

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