Quechua digital en el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho (2024)

Quechua digital en el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho (2024)

Por casi 500 años, la población quechuahablante peruana ha visto limitada su educación y productividad por disponer de un quechua sin tecnología, de las eras industrial, analógica y digital.

La lengua tiene que estar viva, es decir, tener la posibilidad de desechar e incorporar términos permanentemente, en función del avance cultural y económico del país.

En la Colonia y la República, se buscó castellanizar a los quechuahablantes, evitando que su lengua pueda adaptarse tecnológicamente. Generando la concentración de la pobreza extrema en los andes, donde la mujer andina representa un tercio del total de NINIS (10% en zona urbana).

En el censo de 1960, Perú tenía 45% de quechuahablantes. En 1980, la Ley General de Educación estableció la educación intercultural bilingüe. En 1991, la educación intercultural bilingüe se volvió una prioridad para el Estado.

En el último censo (2017), los quechuahablantes habían descendido a un 13.6%. Esta contradicción se debe a que el Estado peruano no detectó que las lenguas originarias no cuentan con palabras de tecnología ni economía, indispensables para el desarrollo.

La interpretación de la Constitución Política del Perú, la Ley General de Educación y la Ley de Pueblos Originarios, así de los convenios suscritos por el Perú con Naciones Unidas, dejan claro que los niños tienen derecho a educarse en su lengua originaria actualizada.

A partir de esta premisa, la empresa Aprender Creando Edutech, en los últimos 28 años, a través de contratos (solo en español) con el sector privado y público, viene invirtiendo en el desarrollo de una política pública en las zonas con población quechua: la alfabetización digital en quechua actualizado, creando vocablos de tecnología a través del método socrático de preguntarse qué es, para qué sirve y de qué está hecho, para después llevar el resultado a la cosmovisión andina.

Esta experiencia se inició en 1996, a través de la licitación pública 0596-ED: un proyecto piloto de 13 colegios, siendo la “Gran Unidad Escolar Mariscal Cáceres” de Ayacucho, la única institución en la zona andina; donde se encontró que el 60% de los estudiantes eran quechuahablantes.

La alfabetización digital en quechua actualizado tiene siete informes favorables del ministerio de educación en los últimos 8 años, sin embargo, a pesar de que la educación bilingüe es una prioridad desde la creación del ministerio de educación, siempre dan la misma respuesta: que no existe presupuesto.

El ministerio de cultura consideró que la experiencia de Alfabetización Digital en quechua era un aporte al Bicentenario de la República (2021), porque acerca el quechua a la era digital. El Parlamento Andino, en su recomendación 518 (2023), instó a los ministerios de educación de sus países miembros (Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Chile) a replicar la alfabetización del quechua actualizado digitalmente en sus poblaciones quechua.

El Instituto Nacional de Lenguas Orientales (INALCO) de la Sorbona, destacó a Lima (2017) a uno de sus lingüistas radicados en París, Pablo Landeo, para validar la propuesta de Alfabetización digital en quechua actualizado.
En el Mundial de Robótica WRO Asia-Pacífico (2023, con 86 países) la empresa fue reconocida con el premio Legado, por el desarrollo de softwares de robótica construccionista en quechua, incluyendo la versión #73 del Scratch, utilizando los nuevos vocablos en quechua, en colaboración con el MIT.

En el contexto del Bicentenario (2024) de la Batalla de Ayacucho, donde se cierra la independencia, se genera el momento propicio para que la presidenta, quechuahablante, de Apurímac, reivindique a las comunidades quechua, iniciando el proceso de Alfabetización digital en quechua actualizado en niños y mujeres de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Cusco y Puno, donde se concentra el 70% de los quechuahablantes peruanos.

Efectos directos de la alfabetización digital en quechua: revitalizar el idioma quechua con la incorporación de nuevos vocablos; mejorar la calidad educativa de 1 millón 200 mil estudiantes quechuahablantes de educación inicial y primaria y más de 2.6 millones de quechuahablantes entre jóvenes y adultos (PEA); así como insertar el idioma quechua en el ciberespacio.

Efectos indirectos: mejorar la capacidad productiva y la empleabilidad de 2.6 millones de quechuahablantes, a través de la mujer andina, hoy a cargo de las parcelas agrícolas de autoconsumo, lo cual impactará en un incremento del PBI; reducción de la pobreza extrema concentrada en el Ande; y disminución de la importación de granos (trigo 80% importado), al ser reemplazados por tubérculos y cereales andinos, lo que impactará en la calidad de la alimentación e incrementará las reservas monetarias.

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