A pesar de que su fabricación consume mucha energía, los países apuestan por el uso y reciclaje del vidrio para envasar alimentos y bebidas debido a que es un material saludable y amigable con el entorno. Ello ha provocado una gran demanda del material por lo cual se le recicla en grandes cantidades.

El material del vidrio no es poroso, por ello los olores y sabores no se impregnan, teniendo una alta tasa de reciclaje, principalmente en Europa, donde se calcula que en promedio se recicla el 76%, cifra mucho mayor al reciclaje de envases de plástico (41%) y de madera (31%). Según Ecovidrio, al reciclar una tonelada (tn) de vidrio, se ahorra 1.2 tn de materias primas impolutas y 30% de energía, además de evitar la emisión de 670 kg de CO2.

En España, la ANFEVI afirmó que la industria vidriera desarrolla la economía local porque se cuenta con casi todas las materias primas eso fomenta la economía y reduce el impacto asociado al transporte en forma de emisiones de CO2.
A nivel global, en 2023 la demanda de vidrio alcanzó USD139,900 millones; el doble que el valor registrado en 2008. La materia prima del vidrio es el sílice y se proyecta que su mercado crezca de 486.08 millones de tn en 2023 a 662.23 millones de tn para 2028, a una tasa anual de 6.38% durante el período 2023-2028, vaticina Mordorintelligence.

Lo bueno del vidrio es que una vez utilizado, puede formar parte de un nuevo envase sin perder ninguna de sus propiedades originales y ello es posible gracias a los programas de recolección de envases que cuenta con el compromiso de consumidores y empresas en muchos países.

Según el estudio de Friends of Glass y la Federación Europea de Fabricantes de Vidrio (Feve), el 91% de los consumidores recomendó el vidrio como el mejor material de envasado; además que preferían los alimentos y bebidas envasados en vidrio frente al plástico. A ello se une las ventajas que tiene como que es aséptico por su naturaleza inorgánica, no afectando el sabor u olor de los alimentos que contiene, no se oxida, ni corroe, es resistente al calor y a cambios de temperatura, permitiendo almacenar los alimentos durante mucho más tiempo en buenas condiciones, evitando así su desperdicio.

Latinoamérica también ha emprendido la cruzada de reciclar el vidrio, según los especialistas solo falta que crezca el número de fábricas en este continente trayendo así no solo beneficios para el Planeta, sino también para las economías locales.

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