Reducir, reutilizar y reciclar son las tres oportunidades para salvar al planeta. La UNESCO declaró el 17 de mayo como el Día Mundial del Reciclaje, para reconocer y recordar que la humanidad debe tratar estos residuos. Junto con ello se da una nueva oportunidad a materiales como el vidrio, papel, plástico, las baterías, el metal y los desperdicios orgánicos.

De allí que es muy importante que desde casa se inicie la separación de los residuos y que estos esfuerzos se vean recompensados desde los municipios, al dotar al ciudadano de lugares donde dejar el papel, vidrio, plástico y baterías. Es solo un inicio, pero que poco a poco dará sus resultados. Cuando separamos en nuestra casa los diferentes tipos de materiales y después los llevamos a los contenedores correspondientes, estamos logrando mucho.

Sin embargo, aún falta bastante por aprender a reciclar y mientras tanto, miles de toneladas de plástico terminan en rellenos sanitarios, vertederos o en los cursos de agua contaminándolas y creando mayores problemas.

En ese objetivo está la Agencia de Protección Ambiental, que durante los últimos 30 años ha recopilado y reportado información útil sobre la cantidad de residuos sólidos que las personas generan por día. Solo en 2018, informaron que los habitantes produjeron más de 260 millones de toneladas (t) de desechos sólidos. De esta cantidad, 88 millones t representaban materiales reciclables que fueron reutilizados; alrededor de 40 millones de t se sometieron a combustión, para convertirlos en energía utilizable para combustible, calor y electricidad. Y un poco más de la mitad, es decir 132 millones de t terminaron en rellenos sanitarios.

Reciclar conlleva ahorrar materias primas, energía, agua y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, genera nuevos puestos de trabajo. Al reciclar se evita que los productos y materiales se conviertan en residuos, transformándolos en otros nuevos, alargando su vida útil y preservando los recursos naturales del planeta.

Según Ecoembes, en 2023, gracias al reciclaje de las más de 1,6 millones de toneladas de envases, se ahorró el consumo de 15,53 millones de m3 de agua y de 9,84 millones de Mhw de energía, además de evitar la emisión de 1,69 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Como ejemplo muestran que 550 latas de aluminio permiten que se construya una silla, 6 cajas Tetrapak se consigue una caja de cartón para zapatos; 80 latas de refresco se obtiene una llanta de bicicleta, en tanto que 22 botellas de plástico dan como resultado un polo. También se conoce que reciclar 4 botellas de vidrio equivale a ahorrar la energía de un refrigerador durante un día. Se imaginan que cada botella de plástico reciclada puede ser el equivalente del ahorro de energía para tener un televisor encendido por unas tres horas. El reciclaje empieza desde casa para realizar el bien común, un planeta con menos contaminación y la oportunidad para que los materiales tengan una larga vida.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.