Rentabilidad ambiental con asociación de cultivos
Rentabilidad ambiental con asociación de cultivos
Los cultivos mixtos o de asociación de variedades de plantas han vuelto a ser un tema de práctica e investigación. Ello ocurre en la Universidad de Wageningen (Países Bajos) que desarrolla las granjas del futuro. Su meta es dejar atrás los campos monótonos y dar paso a los cultivos mixtos en franjas que promueven mejor sustento para el suelo y la biodiversidad. Junto a ello han implementado robots que realizan las cosechas sin compactar el suelo para que siga drenando de forma natural.
Por esta zona del norte europeo conviven las zanahorias y las cebollas en hileras, unas al lado de otras. El panorama ya no es monótono sino ofrece una vista de campos con rayas. La investigación de la universidad al igual que las de Bolaños y Monje (2022) buscan que los agro ecosistemas rindan igual o mejor que los monocultivos, además de otros beneficios como el menor uso de agroquímicos.
El líder del proyecto, Wijnand Sukkel apuesta por los cultivos mezclados en un mismo campo porque es mejor para el suelo y la biodiversidad. Se debe recordar que los campos agrícolas de este país se han trabajado por economías de escala y monocultivos.
En la actualidad existen pocos campos con monocultivos de papas, maíz ensilado (para alimentación animal). Los cereales, remolacha azucarera y cebollas dominan los campos holandeses: juntos representan más del 90% de la superficie de cultivo.
Debido a su similitud, los monocultivos ofrecen poco espacio para insectos y aves. También son más vulnerables a las plagas que a menudo buscan un solo cultivo. Un caso peligroso es el brote de la enfermedad fúngica Phytophthora que puede destruir toda la cosecha de papas rápidamente. Y ello solo se evita fumigando, eliminando no solo a los malos, sino también a los insectos beneficiosos.
En la zona de Lelystad se prueba el cultivo en franjas, un método de diversidad que combina los cultivos en hileras, lo cual aleja un cultivo del otro similar evitando que una plaga que aparece en una fila se propague por todo el campo. Las hileras de plantas actúan como amortiguadores, comenta el experto. Con esta modalidad el costo es menor en cuanto a invertir en agroquímicos, fertilizantes, semillas entre otros.
Y pensando en el futuro, se desea introducir en lugar de tractores, a robots para cosechar y cultivar la tierra. A la fecha, un prototipo trabaja en el terreno, se trata de Robotti, un carro con ruedas muy extendidas entre las cuales cuelga la máquina.
Así, se previene compactar el suelo, porque los tractores tradicionales son máquinas pesadas (la mitad de la superficie agrícola de los Países Bajos ha quedado comprimida) y como resultado, el agua de lluvia se absorbe mal y las plantas no acceden al acuífero más profundo.
Robotti va por caminos estrechos y fijos, dejando el resto del suelo intacto. En corto tiempo esta máquina dejará de trabajar con diésel para usar hidrógeno, producido con paneles solares en el tejado de la granja. Un esfuerzo para mantener un agroecosistema saludable.
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