El derecho a la seguridad y salud en el trabajo se originó en la Revolución Industrial del siglo XIX, teniendo en cuenta las condiciones laborales extremadamente peligrosas. Las fábricas y minas de esa época eran lugares donde los trabajadores enfrentaban riesgos significativos sin ninguna protección adecuada.

La Ley de Fábricas de 1833 en el Reino Unido estableció inspectores de fábricas y regulaciones básicas para la protección de los trabajadores, especialmente niños. En Estados Unidos, el movimiento por la seguridad laboral ganó impulso con el trágico incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en 1911, donde murieron 146 trabajadores. Este accidente generó una serie de reformas laborales, incluyendo la implementación de códigos de seguridad.

El derecho a la seguridad y salud en el trabajo se refiere a las garantías legales y normativas que obligan al empleador a asegurar que los trabajadores puedan realizar sus tareas en un entorno seguro y saludable.

Dentro de sus alcances tenemos: Prevención de Riesgos Laborales, con la implementación de medidas y protocolos para identificar y minimizar riesgos en el lugar de trabajo; Condiciones Adecuadas, en la medida que el entorno laboral no presente peligros para la salud física o mental de los trabajadores; Formación y Capacitación, para que los trabajadores puedan conocer y evitar riesgos, Equipos de Protección Personal, mediante el suministro de equipos adecuados ante posibles peligros; y Derecho a la Información, sobre los riesgos y las medidas de prevención en sus lugares de trabajo.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha sido el gestor de la seguridad laboral, y fue mediante el Convenio sobre Seguridad y Salud de los Trabajadores (Convenio 155) de 1981, que estableció directrices generales para la promoción de la seguridad y salud en el trabajo.
En Perú contamos con la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley N° 29783) del 2011 y es la principal norma que regula este derecho. Esta ley establece las responsabilidades de empleadores y trabajadores en la creación de un entorno seguro y saludable.

La correcta implementación del derecho a la seguridad en el trabajo es fundamental para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y aumentar la productividad. En nuestro país, donde muchos sectores laborales, como la minería y la construcción presentan altos riesgos, es esencial que las empresas cumplan con las normatividad vigente.

Este derecho tiene un enfoque preventivo, por el cual se priorizan las medidas y acciones destinadas a anticipar y evitar posibles riesgos, accidentes laborales y enfermedades ocupacionales antes de que ocurran, y exige a los empleadores a implementar planes de prevención y a realizar evaluaciones de riesgos periódicas.

Las actividades que omiten estas disposiciones ponen en riesgo la salud de los trabajadores y es usual que también tengan efectos nocivos en toda la sociedad y el ambiente. Dentro de ellas tenemos, en gran medida, a las actividades informales que terminan siendo una carga para todos.

*Abogado, docente universitario, consultor legal

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.