Terror en Paita y pánico en el Perú

Terror en Paita y pánico en el Perú

Nuestra legislación define a la Seguridad Ciudadana como “La acción multisectorial, integrada y articulada que desarrolla el Estado, con la participación del sector privado, la sociedad civil organizada y la ciudadanía, a través de la prevención, control, sanción y reinserción social, para garantizar una convivencia pacífica, la erradicación de la violencia interpersonal y la utilización libre de miedos de los espacios públicos frente a los diversos tipos de criminalidad nacional e internacional”. Esto solo funciona en el papel. El Perú tiene una frondosa burocracia en el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, que incluye un Consejo Nacional, así como Consejos Regionales, Provinciales y Distritales. Son 2066 Consejos en un país en el que el 63% de sus habitantes, considera que la inseguridad ha aumentado en los últimos 12 meses; el 87% se siente inseguro por las noches; y donde los delitos más comunes son el hurto, robo agravado, extorsión, secuestro y ciberdelincuencia.

Resulta difícil que podamos mejorar si tomamos en cuenta que el Ministro del Interior, llamado a ser Presidente del Consejo Nacional, ha sido cambiado 9 veces en 2 años. Evidentemente, el crimen organizado gana con esta situación o, tal vez, la propicia. De nada han servido las declaraciones del Estado de Emergencia, ni los anuncios de “mano dura”: la delincuencia tiene la iniciativa y el control, por más que se hagan declaraciones y se envíen a funcionarios públicos a aprender de Bukele en El Salvador. La justificada sensación de desprotección va en aumento en esta tierra de nadie y de cualquiera a la vez. ¿Y el Plan Boluarte?

Paita tiene 145 mil habitantes y era habitualmente un lugar de gente alegre, que no vivía atemorizada por el delito. Modalidades de fechorías que eran ajenas a la provincia norteña, han proliferado en los últimos años como la extorsión, los asaltos a mano armada, el gota a gota, cobro de cupos, sicariato y narcotráfico. Hay indicios sobre la presencia de integrantes de bandas internacionales como “Los choneros”, “Los lobos” y “Los triguerones” de Ecuador, y de migrantes indocumentados, que completan el cuadro que ha quebrantado la armonía de esta cálida localidad. Recordemos que esta tierra, reconocida por tener la luna más bella en su cielo, hospeda al primer puerto peruano en pesca para consumo humano, por el que también se embarca gran parte de los productos del agro.

En ese contexto, Edwin Houghton, representante de la Sociedad Civil de Paita, requiere a su alcalde que convoque al Comité Provincial de Seguridad Ciudadana, ya que su gestión deja mucho que desear en la lucha contra el crimen, y exige que no se conforme con solicitar una declaratoria de Emergencia. En esta región, el 90% de las bodegas padecen extorsiones que asfixian su porvenir, y el 80% de las madres de familia temen que sus hijos sufran un asalto o agresiones, cuando salen de sus casas. No es justo que vivamos así en muchas ciudades del Perú.

El desborde de la criminalidad y la falta de reacción del Estado en su conjunto, nos han llevado a situaciones inimaginables hace unos pocos años. Cada gota de sangre, cada cartera robada y cada celular arrebatado por malhechores y forajidos que se reproducen con la impunidad, es una fractura más en nuestro país que puede llevar a sus ciudadanos a caer en la seducción de propuestas singularmente violentas, desquiciadas y poco democráticas, pero que ilusionan porque ofrecen resolver la angustia de hoy. El gobierno tiene la obligación de atender este tema, como claman sus aterrorizados ciudadanos.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.