Un PMO para Chancay
Un PMO para Chancay
Dentro de pocos meses, la ciudad y el puerto de Chancay recibirán a decenas de miles de personas que demandarán, además de los servicios portuarios, comida, servicios de salud, educación, caminos, agua y desagüe, seguridad ciudadana, etc. El sector público no podrá satisfacer dichas necesidades porque ha fracasado en prepararse a tiempo.
El alcalde de Chancay ha manifestado en múltiples entrevistas que, por ejemplo, el Ministerio de Vivienda llegó hace un año para solucionar el problema del agua potable, pero hasta la fecha todo sigue igual. En cuanto a la seguridad ciudadana, hace 4 años que el local para la comisaría está listo, pero nada se ha hecho al respecto. En el caso del Instituto Tecnológico de Chancay, Cosco financió el estudio de preinversión; se formó una comisión multisectorial de 13 ministerios y, aun así, no existe ni la infraestructura más esencial. Además, en lo que respecta a la Panamericana Norte, hay un gran caos.
Tanto la presidenta Boluarte como las más altas instancias del Ejecutivo han manifestado en reiteradas ocasiones su compromiso con Chancay, pero sus promesas no han pasado de ser solo palabras. Con la inauguración del puerto a menos de tres meses y el inicio de operaciones previsto para enero del próximo año, se requieren medidas extraordinarias.
Es por ello que sería indispensable delegar las facultades para la planificación urbana y el desarrollo de la ciudad de Chancay a un PMO (Project Management Office). Esta oficina de gestión de proyectos, preferentemente con experiencia en ciudades portuarias, debería operar fuera del sistema de contratación del sector público, utilizando un marco legal similar al que se empleó para los Juegos Panamericanos. Aunque esto debió implementarse al inicio del proyecto, es necesario enmendar los errores iniciales y corregirlos.
Al personal que demandará el puerto, se sumarán los trabajadores de las empresas extranjeras que se instalarán en la zona económica especial, así como el personal de las instituciones y empresas que los apoyarán (salud, educación, seguridad ciudadana, instituciones del gobierno, hoteles y posadas, restaurantes, entretenimiento, etc.). Muchos de estos trabajadores llegarán con sus familias. Además, será necesario negociar con las viviendas de menores recursos que rodean la ciudad para su reubicación. Se deberán considerar áreas específicas que permitan la autonomía del clúster y, obviamente, se necesitará una planta de tratamiento de aguas servidas, ya que no es posible continuar con el sistema actual.
Para integrarnos a las cadenas de valor internacionales, debemos contar con empresas y trabajadores que dispongan de todo lo necesario para vivir. Es fundamental convencernos de que necesitamos una ciudad competitiva al lado de un puerto competitivo. Es imprescindible romper con el esquema de desarrollo urbano basado en invasiones.
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