Una cocina Surge y nostalgia por Lima
Una cocina Surge y nostalgia por Lima
Sin duda, nuevamente, el ingenio de Leonardo Aguirre resalta en esta nueva entrega de finales del 2022: “Una cocina Surge. Crónica rimada de Lima” (Peisa). Y sí, Aguirre transita Lima con rimas, que suben y bajan el ritmo, una escritura exigente, que sorprende por los remates, los adjetivos y las metáforas para dibujar una Lima de los ochenta, noventa y dos miles; los programas de televisión, escandaletes coloridos, futbolistas y comidas. Aunque esto es inexacto. No es Lima lo que muestra Aguirre, sino lo que él rescata de esos años, su memoria viva, aquello que le llamó la atención y que lo cautivó. En ese sentido, este libro de crónicas dividido en temas no solo muestra una Lima que pasó, sino también en cómo Aguirre piensa y siente.
Cada capítulo se inicia con una de las expresiones más celebradas e icónicas de la televisión peruana y de Augusto Ferrando, el conocido conductor de televisión que llevó a la fama a un gran número de artistas y de “artistas”: Lo de la cocina Surge, en ese famoso programa, se ofrecía como premio al público tras solicitar objetos cotidianos, sí, pero que uno no carga en los bolsillos. El público, entonces, si quería la mentada cocina, llenaba bolsos con todo tipo de objetos: muñecas, ollas, peines y peinetas, medias de rombos, clips e imperdibles, yo-yos, gafas de diversos colores, entre otras cosas que, seguro, hoy conformarían un museo más que maravilloso. De algún modo es una feliz metáfora, porque la nostalgia es una forma de solicitar que vuelva aquello que se perdió, que el tiempo dejó atrás, pero que quisiéramos que retorne, como esa Lima seguro más insegura, más caótica o vulgar, pero que fue en la que se amó, ganó y perdió.
Leer “Una cocina Surge. Crónica rimada de Lima”, de Leonardo Aguirre, es un recorrido ameno, escrito en muchos fragmentos con precisión de francotirador, que se integrará a la bibliografía de todo entusiasta por esta ciudad tan amada como odiada.