Ciudadanos que fueron a Fiscalía no recibieron atención por fiesta a Zoraida Ávalos
Peruanos de a pie llegaron al Ministerio Público, pero no recibieron atención.
Ciudadanos que fueron a Fiscalía no recibieron atención por fiesta a Zoraida Ávalos
Los peruanos de a pie que llegaron a la Fiscalía a ver sus casos no los atendieron ayer. Nos cuentan que los trabajadores fueron obligados a ser partícipes de un show a Zoraida Ávalos que dicen fue “espontáneo”. Los de limpieza han sido obligados a colocar una gigantografía, afirman testigos.
Globos, pétalos de rosa, mixtura, parafernalia que se ubica entre lo carnavalesco y el despilfarro de recursos públicos de parte de un grupo del sindicato lagarto. Indignante por donde se le mire. Por eso es que, desde las redes sociales, reclamaron desinfectar esa guarida de caviares y parásitos en que se ha convertido el Ministerio Público.
Saludo juntero
“¡Hermano, hay que morir!”. Este era el saludo entre los monjes católicos trapenses en la Edad Media. Y ese será, pronto, el saludo de los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) que han decapitado, sobre la base de una macrodenuncia de “organización criminal”, a la suspendida fiscal de la nación Patricia Benavides, con argumentos de mera “falta grave” en el fuero administrativo.
Nuevo fiscal de la Nación
Los caviares han hecho fiesta con su triunfo de la liquidación judicial y política de Patricia Benavides, que debe sumarse a la incorporación de Zoraida Ávalos, fiscal lagarta, a la Junta de Fiscales Supremos que al fin puede hacer quorum para elegir al nuevo fiscal de la Nación, que por antigüedad le correspondería al interino Juan Carlos Villena.
Adiós JNJ
La defenestración de Benavides y la recomposición de la Junta de Supremos será, en proyección no muy lejana, la obra cumbre de los junteros (JNJ). Y pare de contar.
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Porque pronto, cuando avance la agenda legislativa del Congreso, se pondrá en debate el fin de esta Junta devaluada y la muy probable aprobación del proyecto de la Escuela Nacional de la Magistratura de autoría de la Dra. Gladys Echaíz, que la reemplazará. Y adiós JNJ.
Los pirros modernos
Pirro de Epiro fue un gran guerrero de Grecia de la era clásica. Hasta que llegó la famosa “victoria pírrica” en la batalla de Ásculo, victoria conseguida a costa de una gran cantidad de sus soldados muertos o dados de baja.
En perspectiva, fue una derrota. Eso es lo que pasará si el Congreso se pone bien los pantalones y hace respetar sus fueros tan magullados por el caviaraje.
Amparitis judicial
Una gauche caviar que tiene, en la infiltración a la Fiscalía y al Poder Judicial, incluido entidades como la misma JNJ, con apoyo clave de varias ONG tipo IDL de Gustavo Gorriti, un tremendo poder político, tanto que maquina, desde la Fiscalía, el Poder Judicial y entidades como la JNJ, el control de las decisiones políticas del Ejecutivo y más aún del Congreso, víctima de la “amparitis judicial” que invade sus fueros exclusivos y excluyentes, como se ha visto en la reposición de la inhabilitada Zoraida Ávalos.
Full infiltración
Este poder se hace efectivo, además, a través del control de la concentración mediática que, aunque resquebrajada, sigue siendo el soporte de su influencia política. Poder desmedido sin haber conseguido triunfar en ninguna elección popular en los últimos decenios.
Pero siempre está presente en los ministerios y sobre todo en el llamado sistema de justicia y ministerios claves del sector social, ambiente, justicia y relaciones exteriores.
Nadie las controla
Si esto es así, este Congreso tiene el deber ineludible de poner coto a los desmanes de la Junta Nacional de Justicia, de la Fiscalía, el PJ y de los recursos de ultramar para las ONG criollas que crecen como hongos –sin dar cuentas a nadie– al amparo de la permisiva y cómplice Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), la encargada de supervisar a las ONG. ¿A qué se debe que nadie las controla?
Criminalizaron a partidos
Ese mismo Congreso debe desterrar definitivamente la figura perversa y única en el mundo, la de criminalizar a los partidos políticos, investigados por “organización criminal”, práctica aplaudida por la ignorancia colectiva.
A expectorar esta patología, más aún ahora que ya hay una ley, con el añadido que se ha caído el caso de “aportes a partidos” en Brasil por una sentencia ganada por el mismo sujeto Marcelo Odebrecht. Ahora está claro que todo lo referido a este tipo de aportes no era dinero sucio.
“Pruebas contaminadas”
Esto ha quedado demostrado en la sentencia del juez José Antonio Dias Toffoli, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, al probar la “contaminación” y falta total de certificación de los sistemas informáticos MyWebDay y Drousys.
Asimismo en otros fallos ligados al Perú, como el caso Yoshiyama y del dúo Humala-Heredia, pero solo en el extremo de lavado de activos, una figura que no tenía sentido en el Perú ni en Brasil.
Caso Tomás Gálvez
Mientras la Fiscalía y el Poder Judicial han sido rapiditos en darle la razón indebidamente a Zoraida Ávalos, violando el fuero político del Congreso, de otro lado han sido y siguen siendo más que lerdos con el caso del ex fiscal supremo José Gálvez injustamente separado por la JNJ, sin haberle tomado su declaración de defensa, esto porque Gálvez estaba en cuidados intensivos y entubado en un hospital en pandemia del covid-19.
Doble rasero
Su expediente de reposición, ganado en el Poder Judicial, nuevamente ha regresado desde la JNJ a la Tercera Sala Constitucional del Poder Judicial con un recurso de agravio.
Y de ahí, con seguridad, pasará al Tribunal Constitucional. De forma que faltan años para que Gálvez sea repuesto por esas malditas razones del doble rasero ya conocidas.
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