Secretos de Estado
Sin embargo, estos dos personajes andaban cuchicheando al oído.
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Gustavo Adrianzén y José Arista estuvieron este jueves en el Parlamento, sustentando la Ley de Presupuesto para el año 2025, que este año asciende a 252 mil millones de soles; 11 mil millones más que el año 2023.
Sin embargo, estos dos personajes andaban secreteándose al oído, frente a la representación nacional, debido a que se habrían estado preguntando, ¿y si al presupuesto le sumamos unos cuantos millones más para seguir salvando a Petropeor, perdón Petroperú? Lo cierto es que el titular del MEF, Minem y la PCM, no se ponen de acuerdo en si la salvan o no, al igual sobre la remoción de su directorio.
Empresa lastre
El gobierno parece hablar varios idiomas, o al menos tiene tres versiones distintas sobre el destino inmediato de Petroperú, ese lastre nacional que el estatismo insiste en glorificar como un activo “estratégico” de este país de gente despistada. Mientras el ministro del sector, Rómulo Mucho, afirma que no habrá cambios en el directorio de la empresa, el premier Gustavo Adrianzén dejó caer ayer en RPP que es probable un “ajuste” en dicho directorio. Mientras tanto, el hombre del MEF, José Arista, se lava las manos: no sabe, no opina, solo descarta financiar el lastre.
Premier desinformado
Además, Adrianzén ha dicho que este gobierno tuvo que lidiar con una herencia de errores y malas políticas acumuladas por décadas. ¡Falso! Petroperú siempre ha tenido sus altibajos, pero desde 2017 la sangría de deuda externa y el apoyo financiero del Estado han llegado a borbotones, convirtiendo a este elefante blanco en lo que es hoy, con la refinería de Talara como la joya de la corona del fracaso.
Deuda privada
Para poner las cosas en perspectiva, la sangría de la deuda privada la inauguró el gringo criollo de siglas PPK, quien en marzo de 2017 autorizó un endeudamiento de 3 mil millones de dólares, de los cuales su gobierno desembolsó 2 mil millones en junio del mismo año. Luego, el gobierno del morado Sagasti completó la faena con otros mil millones en febrero de 2021.
Hasta el ‘Lagarto’
En ese entonces se nos dijo que ese dineral era un “costo hundido” asociado a la refinería, pero el festín financiero no paró ahí: en noviembre de 2018, el gobierno del lagarto Vizcarra avaló un crédito sindicado por 1,300 millones de dólares con el respaldo de CESCE, la agencia estatal española. Hasta ahora, la cuenta va en 4,300 millones de dólares. ¿Qué tal?
Préstamos
Otra historia, igual de desastrosa, es el supuesto “apoyo” directo del Estado a Petroperú, al que llaman préstamos. En mayo de 2022, durante el mandato del ágrafo de Chota, ahora inquilino del penal de Barbadillo, el fisco desembolsó 750 millones de dólares. Y en febrero de 2024, la dadivosa Dina Boluarte entregó 800 millones más.
¿Aumento de capital?
Por si fuera poco, el experto César Gutiérrez Peña advierte sobre las “líneas de crédito vigentes”: en mayo de 2022, la petrolera estatal recibió 132 millones de dólares, en octubre otros 500 millones y en febrero de 2024 otros 500 millones más. En total, el Estado ha apoyado a Petroperú con la friolera de 4,007 millones de dólares.
8,307 Millones de dólares
Si sumamos el total de la deuda de 4,300 millones de dólares, más los 4,007 millones en “apoyo” del Estado, llegamos a la escalofriante suma de 8,307 millones de dólares. ¡Todo “costo hundido”! ¿Y qué no se podría haber hecho en salud, educación o seguridad con ese dineral? Ahora están pidiendo otros 2,000 millones más, aunque algunos recatados sugieren una cifra ligeramente menor.
Pmo: ja, ja, ja…
¿Y no es esto insolvencia pura y dura, considerando que los activos de Petroperú apenas alcanzan los 1,600 millones de dólares? ¿Seguir sosteniendo a un muerto con la excusa de que llega a los rincones más apartados de la selva y los Andes? ¡Pamplinas! ¿Que la solución es una PMO, o Project Management Office? ¡Ja, ja, ja! César Gutiérrez opina que hay que tomar medidas radicales, pero eso lo dejamos para otro día.
Futuro incierto
Tal vez tengan razón los técnicos independientes como Gutiérrez, porque si no, los bonistas nos caerán de golpe exigiendo el pago inmediato de sus deudas. Las obligaciones de corto plazo y los pagos a proveedores ya están exigiendo pasar por caja. Las de largo plazo, unos 3 mil millones de dólares, hay que pagarlos entre 2032 y 2047. Y mientras tanto, el Estado seguiría protegiendo al lastre postergando las deudas fiscales por 1,550 millones de dólares. Con un Ejecutivo tan disparatado, Rómulo Mucho resulta ser “Rómulo Poco”, Adrianzén es un desinformado, y Arista, un simple cajero, según lo que señala Juan Sheput.
Un paraíso laboral (I)
Desde los tiempos de la “Ipeco” –como llamaban los piuranos a la IPC– se ha construido un paraíso laboral en Petroperú. Hoy en día, 900 de sus 1,500 trabajadores se niegan a dejar este mundo de fantasía, donde padres y sus hijas solteronas reciben pensiones del Estado, y manganzones de 25 años cobran su bono escolar.
Un paraíso laboral (II)
Y hay más gollerías: remuneración vacacional, seguro médico familiar “a la carta”, y otros privilegios. Según Javier Dolorier, en el programa de Diana Seminario, la carga laboral le cuesta 400 millones de soles anuales a Petroperú. Se les ha propuesto un plan de retiro voluntario de 33 remuneraciones y otros beneficios, pero ni con bala quieren dejar este reino imaginario. Solo una quiebra decretada los haría reaccionar.
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