Zoraida Ávalos y Martín Vizcarra dilatan debate sobre denuncia constitucional
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¿Qué tentáculos ha movido la exfiscal de la Nación Zoraida Ávalos para aplazar, una vez más, el debate de la denuncia constitucional en su contra en el Pleno del Congreso de la República? Difícil de creer que la Mesa Directiva presidida por José Williams no haya tenido asegurados los votos a favor de la acusación.
¿Cuál es el juego, Sr. Williams o señora Martha Moyano, decana en jugarretas políticas? Mientras tanto, la fiscal lagarta gana tiempo. Pero, señora, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, reza el viejo dicho.
No será juzgada…
Por si alguna duda quedara, la corrupta constructora carioca Odebrecht no podrá ser juzgada por el caso Interoceánica, es decir quedará impoluta por ese mismo latrocinio que Alejandro Toledo, quien recibió 35 millones de dólares en sobornos. ¿Quieren que repitamos en lenguaje jurídico, en esa neolengua orwelliana y lombrosiana, que usa el Poder Judicial?
Se salieron con la suya
Veamos: “Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior Nacional declara fundada la Excepción de Cosa Juzgada (existencia de una sentencia firme) solicitada por la defensa del grupo Odebrecht [en el] #CasoInteroceánica”. ¿Está claro? Se salieron pues con la suya. ¿Quiénes permitieron o fueron cómplices de esta suerte de traición a la patria?
Endiosados por Gorriti
¿Cuántos años de cárcel merecen esos cómplices de Odebrecht encabezados por el fiscalillo José Domingo Pérez? Obviamente, este señor no hizo solo ese trabajo de baja ley. Lo hizo con su promotor, el candidato presidencial “solapa” Rafael Vela, y, por qué no señalarlos, con los dos procuradores que le sirvieron de comparsa. Parecidas circunstancias con cierta prensa caviar que les sirvió para que endiosaran al dúo dinámico, campaña perenne encabezada por el pseudo “crítico” de Odebrecht, Gustavo Gorriti.
Paraguas lagartista
Pero el paraguas político lo puso Martín Vizcarra, quien dejó de lado la toma de mando de Jair Bolsonaro en Brasil para tomar el primer vuelo a Lima con tal de salvar a sus socios –Pérez y Vela– que habían sido puestos en la picota por el entonces fiscal de la Nación, Pedro Gonzalo Chávarry. Para Gorriti, que hacía de empleado de Odebrecht, con el “acuerdo de colaboración eficaz” ratificado el 15 de febrero de 2019 en Sao Paulo, Brasil, Odebrecht recuperaba la virginidad perdida y la honestidad ida.
“Mucho más honesta”
¿Qué decía Gorriti del IDL? Todo en Odebrecht ahora es nuevo, es prístino. “No hay ningún miembro de la familia Odebrecht en la empresa Odebrecht… es una empresa rehabilitada, mucho más honesta”, subrayaba como papagayo. Mientras tanto, la “fábrica de delaciones premiadas” creada por el juez Sergio Moro se cae como “castillo de arena” en Brasil. Sus consecuencias en tierras peruanas ya las estamos viendo.
Casos se caerán
El libro de Emílio Odebrecht “Una guerra contra el Brasil” ya ha confirmado con pelos y señales lo que se venía diciendo en el Perú, en particular en EXPRESO. Que los aportes a los partidos y otras contingencias inesperadas son prácticas desde inicios del capitalismo y no son delito en Brasil ni lo eran en el Perú al momento de concretarse esos apoyos. Eso en referencia a los aportes a Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Todos esos casos se caerán y solo subsistirán los procesos que se basan en coimas bancarizadas a funcionarios públicos a cambio de obras, como sucede con el delincuente Toledo y su carnal PPK.
De vuelta al barrio
El dúo Pérez–Vela ni siquiera ha podido hacer valedera la declaración de Marcelo Odebrecht tan pomposamente rebotada por su prensa adicta en el Perú y sus opinólogos, sea Lúcar, Chincha, Rosa María y hasta no hace mucho Mirko Lauer y Álvarez Rodrich, quienes ahora están de vuelta sin muchos rubores criticando sobre todo a José Domingo Pérez. Tampoco pudieron introducir a Odebrecht como tercero civilmente responsable en el caso Susana Villarán.
En este último caso (Villarán) los brasileños no solo retrasaron las declaraciones de Marcelo Odebrecht sino que humillaron a la parte peruana de los Vela y Pérez, obligándolos a firmar un adenda al acuerdo de colaboración eficaz, en el sentido de que cualquier pretensión indemnizatoria debe pasar previamente por una negociación con la empresa, empezando por Rutas de Lima. ¿Qué les parece?
Arbitraje en CIADI
La historia de traiciones es larga, con el agravante de que a fines de año se conocerá el resultado del laudo arbitral sobre el gasoducto. Con este par de termocéfalos nada bueno se presagia para el Perú. Ojo que los socios del gasoducto han demandado al Estado peruano por US$ 2,000 millones en el arbitraje en CIADI. Tal como van las cosas, apostamos que los servicios de deuda crecerán en forma inusitada cuando se conozca ese fallo.
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