Dina Boluarte recicla funcionarios cuestionados de Castillo
Eduardo Guerrero trabajó en Palacio con el golpista y la semana pasada viajó a Estados Unidos con la mandataria. Tiene denuncias policiales, pero nadie lo mueve del cargo.
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La presidenta Dina Boluarte aprovecha cada discurso que ofrece para responsabilizar al gobierno de Pedro Castillo de la crisis político social que vive el Perú; sin embargo, sus palabras se contradicen con los hechos ya que sigue contratando a funcionarios del expresidente golpista, tal como lo demuestra el caso de Eduardo Martín Guerrero Castillo, secretario de Comunicación Estratégica y Prensa del Despacho Presidencial.
En las últimas horas se ha destapado una grave denuncia en la que se encuentra involucrado Guerrero Castillo y que podría salpicar a la mismísima presidenta. De acuerdo a los registros de la Policía Nacional del Perú, el empleado del despacho presidencial tiene una denuncia por amenazar con quemar a su pareja (2011) y por manejar en evidente estado de ebriedad (2020).
De acuerdo a la manifestación realizada por Amalia Moreno en la comisaría de San Isidro, en 2011, el asesor de la presidenta Boluarte la amenazó con prenderle fuego tras negarse a darle la llave de un automóvil. Esta situación se produjo en medio de una fuerte discusión en la vivienda que ambos compartían.
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Al año siguiente, Guerrero fue intervenido por agentes de la PNP por manejar un auto que no contaba con la autorización para tener lunas polarizadas. Su argumento de defensa fue que trabajaba en un canal de televisión.
Pero en 2020 el hombre de prensa volvió a protagonizar un nuevo caso policial al ser intervenido en evidente estado de ebriedad durante un operativo en el distrito de Surquillo. La Policía tipificó el accionar del asesor de Dina Boluarte bajo los delitos contra la seguridad pública y tuvo que cumplir una sanción.
Su pasado la condena
A la luz de las evidencias, la mandataria no ha logrado desmarcarse de su pasado, vale decir del movimiento político que le permitió saltar a la palestra y luego llegar al poder: Perú Libre.
Las acusaciones a Castillo, Vladimir Cerrón y el partido del lápiz parecen ser de la boca para afuera, tal como manifiesta el analista político y periodista Hugo Guerra: “Todo el tema de contrataciones del Estado se encuentra desvirtuado, no hay ningún control al respecto, las normas no se cumplen, los requisitos legales se saltan y, adicionalmente, lo que es evidente es que se sigue convocando cuadros bajo el criterio de ‘personal de confianza’ que en realidad es gente con cierta afiliación política”.
En declaraciones para EXPRESO, Guerra dejó abierta una interrogante: “Está claro que Dina no ha logrado desmarcarse de su pasado, lo que habría que detectar es si ella hace la convocatoria o se encarga su equipo de confianza. Ya tenemos la experiencia de Pedro Castillo, quien no tomaba las decisiones, sino ese grupo de asesores en la sombra. ¿No estará ocurriendo algo así con este gobierno?”.
Finalmente señaló: “Lo que llama la atención es que después de toda la pésima experiencia vivida con Castillo se siga convocando gente de ese periodo (el de Castillo) y gente que no tiene acreditación profesional y mucho menos de vida como ciudadanos exonerados de cargos judiciales y penales.
Todo esto nos lleva a pensar si no hay un interés particular por darle continuidad a los del grupo político del cual se origina todo esto que es Perú Libre, pero más específicamente esa organización conocida como los Dinámicos del Centro”.
Herencia de Castillo
Para Francisco Diez-Canseco estamos frente a un gobierno improvisado que debería aceptar su condición de provisional e insistir en lo que primero propuso y luego se ha retractado aparentemente embriagada por el perfume del poder, que es el adelanto de elecciones.
El exdiputado y excandidato presidencial indicó a EXPRESO: “El problema de Dina Boluarte es que ella emerge del partido Perú Libre y que ha llegado a la presidencia al producirse el autogolpe fallido de ese sujeto (Castillo) que es una vergüenza para el país, entonces, ella no puede prescindir de su pasado, no tiene equipo de trabajo, no tiene partido político ni bancada parlamentaria y mucho menos programa de gobierno. De manera que ha tenido que tomar lo que tenía entre manos y parte de ello es evidentemente esta nefasta herencia dejada por Castillo”.
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