Las declaraciones que tumbaron a Pedro Castillo
Ministros, asesores, empresarios, periodistas, sus hermanos, entre otros personajes que hicieron tambalear al vacado gobierno.
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Por Janet Leiva
Con un escenario desfavorable para el expresidente Pedro Castillo, surgen las interrogantes de si las declaraciones de Salatiel Marrufo fueron el detonante para que en Palacio decidieran dar un mensaje a la Nación, este que habría sido el “Harakiri” del vacado exmandatario por infringir el ordenamiento constitucional vigente.
Marrufo se presentó ante el Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder (Eficcop) para dar su versión de los hechos, pero en calidad de colaborador eficaz y fue asignado con el número 13-2022, sin embargo, renunció a su condición de reserva y decidió declarar bajo su propio nombre.
El jefe del gabinete de asesores del Ministerio de Vivienda contó pasajes desconocidos de la red criminal que lideraría Pedro Castillo en la investigación sobre el caso ‘Gabinete en la Sombra’ que lleva adelante la fiscal Kelinda Janampa.
Según fuentes fiscales, Marrufo tiene aún mucho por declarar y que las afirmaciones que siguen serían apenas una parte.
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Acuerdo Castillo – Abel Cabrera
Salatiel Marrufo detalló que en las elecciones presidenciales de 2021, el empresario Abel Cabrera apoyó económicamente a Pedro Castillo en la compra de alimentos y pasajes para él y sus sobrinos Fray Vásquez y Gian Marco Castillo; ese dinero lo invertía porque él quería manejar el Ministerio de Vivienda o de Transportes y Comunicaciones.
«Esos ministerios manejaban mayor presupuesto y ese era el compromiso del presidente Castillo de darle un ministerio a Cabrera para que él lo maneje», dijo a la Fiscalía.
Manifestó que la casa de Alejandro Sánchez en el pasaje Sarratea en Breña era el centro de operaciones de la red criminal. Antes del 28 de julio, Castillo le dijo a Cabrera que manejaría el ministerio de Vivienda y que le diera el nombre del ministro.
«Cabrera le da el nombre de su compañero de la universidad, Geiner Alvarado; Castillo le dijo que tenía que ser alguien de confianza para que apoye económicamente. Cabrera le dijo que no había problema. Entonces este llamó a Alvarado a Chachapoyas, donde radicaba, y aceptó ser el ministro de Vivienda, pero que debía de nombrar como jefe de asesores a Salatiel Marrufo para que hagan sus “negocios” y ellos reporten al presidente Castillo para que los mantenga en el cargo, y Cabrera para que recupere su inversión porque gracias a él estaban en el cargo», declaró Marrufo.
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