Rafael Rey: «Si adelantan elecciones, no debe ser para este año»

¿Cree que Dina Boluarte debe renunciar?

No. Aunque desconfío de ella por muchas razones, toca exigirle que asuma la responsabilidad de gobernar, de tomar las decisiones que beneficien a la mayoría de los peruanos, las que correspondan para restablecer el orden y la autoridad, para garantizar la seguridad física y jurídica, para generar confianza y promover inversiones, que son las que generan empleos y permiten salir de la pobreza.

¿Cree usted, como dice la calle, que los parlamentarios no se quieren ir?

A ver, la calle no habla, la calle no dice. Quienes dicen son los medios de comunicación, los periodistas, los que escriben artículos y los entrevistados, como yo ahora. Y, por supuesto, las encuestadoras contratadas por los medios que, con frecuencia, preguntan mal, con sesgo, deslizando la respuesta que buscan. Así que lo que se publica muchas veces no es la opinión mayoritaria. Lo que cada uno debe hacer no es repetir lo que se publica, sino razonar, analizar, pensar qué es lo que conviene al bien común.

En cuanto a los parlamentarios, hay de todo. Algunos no se quieren ir por ineptos y corruptos y porque saben que no encontrarán empleo en el sector privado o quieren seguir destruyendo, desde adentro, el Estado de derecho y aquello que llevaría al país a progresar integralmente. Pero otros no quieren irse por razones más nobles: dar batalla por la libertad, por el Estado de derecho, por la sensatez y porque quieren impedir que los sinvergüenzas sigan hundiendo al país. Es injusto generalizar y afirmar que todos son iguales. Finalmente, hay quienes les gustaría irse. Están cansados de que les salpique el desprestigio, pero legalmente no pueden renunciar.

¿Cómo entender lo que ocurre en el Congreso con el debate de adelanto de elecciones?

Sucede lo que sucede en todo Congreso. Las iniciativas se debaten y se votan. Lo penoso es la ignorancia supina, la demagogia que no aporta argumentos y la falta de rectitud de muchos representantes. Es lo de siempre. Mientras no se elijan parlamentarios con capacidad intelectual y honestidad personal se repetirá la historia y el Congreso seguirá desprestigiándose.

Pese a ese desprestigio, no deberíamos adelantar elecciones y, si se adelantan, de ninguna manera conviene que sea para este año. Se ha producido un reemplazo constitucional en la Presidencia de la República que está llamado a terminar el periodo. No me gusta ni confío en Dina Boluarte y tampoco en el Congreso actual. Pero tengo varias razones para opinar así. Primera, nunca se debe actuar bajo chantaje y menos bajo chantaje violento. Se pierde autoridad y los chantajes se multiplican. Segunda, los peruanos tenemos que aprender a elegir bien. Sin una razón legal o constitucional no es lícito exigir acortar mandatos. Eligieron mal, pues ahora aguanten y aprendan a elegir mejor. Tercera, la composición del actual Congreso le impide hacer mucho más daño del que ya hizo.

¿Estamos entrampados por lo que busca la izquierda, conseguir la Asamblea Constituyente?

No estamos entrampados. La convocatoria a una Asamblea Constituyente, directamente o a través de un referéndum, es inconstitucional. Y, además, viendo quiénes la pretenden, ya sabemos que la quieren para capturar el poder, para eliminar el sistema que nos permitiría salir del subdesarrollo si lo dejaran funcionar, para empobrecer a todos de modo que dependan de las dádivas del gobierno y así quedarse indefinidamente en el poder con el apoyo de quienes, entonces, dependerán del gobierno para subsistir.

¿El presidente del JNE, Jorge Luis Salas Arenas, y el jefe de la ONPE, Piero Corvetto Salinas, deberían renunciar para darle transparencia a las elecciones?

Deberían ser denunciados y destituidos. Hay muchas razones legales para hacerlo.

¿La Asamblea Constituyente es una pataleta de la izquierda?

No me gusta hablar de izquierda y derecha. Pero pataleta no. Es un objetivo estratégico del socialismo neocomunista, llamado del Siglo XXI, nacional e internacional, apoyado por el cáncer caviar.

¿La mayoría de peruanos apoyarían un cambio de Constitución?

Sería suicida. Solo hay que mirar a Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Chile, donde, aunque por ahora rechazaron el esperpento que era el proyecto de Constitución que redactó su Convención, se ha hecho ya un daño enorme.

¿La toma de carreteras es señal de la debilidad del Gobierno?

La toma no, pero la demora en desbloquearlas sí. Parece que Boluarte, prisionera de su formación ideológica y de sus anteriores comportamientos, no entiende que gobernar es tomar decisiones y asumir responsabilidades. Que es un abuso pretender que la Policía enfrente a vándalos y delincuentes sin usar armas. Y que es tan democrático como constitucional declarar el estado de emergencia y simultáneamente disponer que las FF.AA. asuman el control del orden interno.

¿Cómo evalúa usted el trabajo del premier Alberto Otárola?

Me parece el más sensato del Gobierno. Ha sabido persuadir a la presidenta para que tome algunas decisiones que sin esa persuasión no habría tomado. Creo, eso sí, que ha cometido un error al nombrar ministro de Defensa al general Jorge Chávez, a quien conocí cuando estuvo en Indeci y de quien tengo muy mala opinión.

Semanas atrás se habló de la intromisión de Evo Morales en la política nacional, ¿Qué intención tendría Morales para inmiscuirse en la política interna del Perú?

Su intención es evidente. Ese narcotraficante es un peón más a las órdenes del G2 cubano y de los gobiernos del narcosocialismo del siglo XXI y parte de la organización criminal que los controla.

¿Cómo evalúa los 18 meses de gobierno de Pedro Castillo? Fueron 18 meses de desgobierno. Y le ha hecho un daño enorme al país.

Castillo es culpable, pero no el único. Los gobiernos de Paniagua con la CVR, sus indultos a terroristas y el sometimiento a la Corte IDH, de Toledo con sus escándalos, coimas y Eliane Karp introduciendo el indigenismo acomplejado, y los de Humala, Vizcarra y Sagasti con sus corrupciones, abusos y cesiones al chantaje, son corresponsables. Y también cierta prensa irresponsable o vendida que le da amplia cobertura a demagogos y comunistas, a insensatos o incapaces y los convierte en figura populares y hasta en candidatos. Esa prensa fabricó a Toledo, a Humala, a Vizcarra y a Castillo. (Por Vladimir Rendón Acat)

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