Víctor García Toma, representante del Perú en la ONU: «Hay otros países descontentos con la justicia interamericana»
Muchos señalan que la ONU y otras organizaciones internacionales de países ya no sirven para nada. ¿Cómo responde usted?
La Organización de la Naciones Unidas cumple un importante papel en las políticas multilaterales. Es decir, hay una serie de temas de educación salud promoción del trabajo, etcétera, donde es evidente el ahorro de esfuerzos si son multilaterales. La ONU fue creada para el sostenimiento de la paz y eso básicamente ha mejorado desde su creación.
Está el Consejo de Seguridad, que puede decidir sobre conflictos…
Existe el problema del veto. Basta con que uno de los países de ese consejo observe la decisión adoptada por la mayoría para que esa decisión no pueda consumarse. Digamos que en ciertos casos, los demás adoptamos decisiones revoluciones que no son vinculantes, pero es una situación que se corregirá poco a poco.
Retomemos lo que se ha conseguido en su gestión…
Con Canadá somos cofacilitadores en los temas y las problemáticas derivadas de los pueblos en los Estados que tienen pueblos indígenas. Eso me parece que es un es un logro, porque bueno, lamentablemente al Poder Ejecutivo se le había etiquetado como que atentaba contra gente cobriza, y nos ha permitido demostrar que esto no era así.
¿Se entiende que usted es parte de una avanzada en el extranjero de juristas especializados en la defensa del Estado de derecho?
En Perú sí se vive un Estado de derecho, con fallas propias de nuestra realidad, pero Estado de derecho. Ha habido una sucesión presidencial dentro de la Constitución. Hubo, en su momento, un autogolpe de Estado que significa en términos penales, un acto de rebelión y que todas esas acciones están siendo ventiladas de conformidad a los canales constitucionales.
Se lo pregunto porque en España está Walter Gutiérrez, en la OEA Gustavo Adrianzén y en Costa Rica acaba de ser nombrado embajador Carlos Hakansson…
Todos son profesionales de nivel. Creo que van a dar un aporte especial para las posiciones que el Perú está proponiendo. Ya varios de ellos se han mostrado muy destacados para explicar las falsedades que se decían contra nuestro país.
¿Cómo se aclaró la campaña de la izquierda radical y las ONG que financian personas de otros países?
Demostrando que habían sido asonadas. Es un crimen el intento o toma de aeropuertos, además en forma simultánea; el cierre de carreteras el ataque a comisarías, a oficinas del Ministerio Público y del Poder Judicial. Se vio el uso de explosivos para atacar a la Policía Nacional y a la Fuerza Armada. Eso nos hablaba de la necesidad de un estado de emergencia. Fue curioso cómo algunos sectores difundían una narrativa contra el Perú, pero eso felizmente ha sido esclarecido internacionalmente.
En Ecuador, por una situación parecida se declaró estado conflicto armado interno. ¿Eso aplicaba al Perú?
Hay que tener cuidado al hablar de conflicto interno, porque esa es una expresión, que fue utilizada por los apologistas del terrorismo. En la década de los ochenta se inventó toda una terminología no era cierta. No se hablaba de terroristas, se hablaba de alzados en armas. No se hablaba de un ataque al Estado de derecho, sino que Sendero Luminoso era un movimiento que estaba en un escenario de confrontación civil.
También se dijo que Sendero Luminoso tenía un gran apoyo de los peruanos. Eso nunca pasó.
Era un grupo muy pequeño y ideologizado que usaba técnicas terroristas, intentaba apoderarse del Estado y para ese fin no tuvo ningún empacho en atacar instalaciones públicas y sobre todo matar cruelmente a civiles o militares que ocasionalmente estuvieran en su camino.
¿Cuándo empezó a cambiar esta imagen del terrorismo en el mundo?
Yo creo que en un momento Estados Unidos, la comunidad internacional, lo empieza a entender cuando pasa lo de las Torres Gemelas. El terrorismo no es necesariamente político. Lo estamos viendo en el Ecuador. Se utiliza una metodología que es de intimidación, del miedo, de terror, de destrucción contra el país y el Estado. A nivel internacional eso ya estaba en la legislación y hoy ha sido aceptado.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronunció respecto a lo de Ecuador…
Hay varios muertos y ese es el contexto. El presidente de Ecuador, en ejercicio de un mandato constitucional, impone, lo que para nosotros sería un régimen de sección. Ahora, ¿cuál fue la respuesta de la Comisión Interamericana? En vez de solidarizarse con el pueblo ecuatoriano, con las víctimas, piden respeto a los derechos de los agresores.
Eso nos ha pasado en Perú varias veces. ¿Le comentaron los amigos de Ecuador cómo lo tomaron?
La Comisión Interamericana, con ese acto de advertencia, en ese contexto, implica que no tienen clara. No es cierta esa premisa, y ahora vemos a los actores en la cancha. Entonces en el caso peruano ha sucedido, y no solo hace muchos años.
¿A causa de qué la CIDH no se preocupó por la mayoría de peruanos, sino por los que cometían vandalismo?
El caso del señor Castillo es claro: fue detenido en comisión flagrante de delito, fue desaforado en cumplimiento de la Constitución y cumple una prisión preventiva en función a determinaciones que tienen un aval en los hechos, y eso lo decide otro poder del Estado.
A raíz de estos temas, ¿qué le han comentado en otros países sobre el sistema de justicia interamericana?
Cuando los estados celebran la Convención Americana, se parte de un contexto en el que los derechos civiles y políticos venían siendo amenazados en la región.
¿Las dictaduras de los setenta?
Por supuesto. Los países que habían sufrido esas dictaduras se comprometen a ceder parte de su soberanía, y a respetar y promover la defensa de determinados derechos. Se inició bajo esas características, y cumplió sus objetivos en su momento. El Perú ha sido beneficiario de varias decisiones de del Sistema Interamericano, como el retorno de los magistrados del Tribunal Constitucional que habían observado la re-reelección de Fujimori, que fue el inicio de la caída de ese régimen. Ahora hay excesos no solo con Perú, sino con otros países de la región.
¿Y qué ha pasado ahora?
Los jueces interamericanos se han querido adicionar a sus competencias otras que son cesión de soberanía. Es como si hacemos un contrato para que ocupes mi vivienda, pero luego a los que la ocupan se les ocurre hacer un piso más. Si usted considera que debe ampliar esas competencias, eso tiene que ser consensuado. Hay otras discrepancias.
¿Cuáles son?
El segundo punto tiene que ver con la selección de los operadores. Esos procesos de selección de los jueces no es el más idóneo. Además, están intereses ideológicos, y las fuentes de financiamiento, que eran originalmente de los estados miembros. Ahora reciben financiamiento de fuentes externas, que imponen o sugieren determinadas agendas que no van con los intereses originales.
¿Cómo se puede evitar que países y organizaciones de otros lados influyan de esta manera?
Ha habido un descuido en los estados. En estos momentos no hay ningún mecanismo de control administrativo o financiero por parte del sistema. No hay un informe pormenorizado que explique y justifique en qué gastan el dinero.
En Perú muchos hablan de salirse del Pacto de San José. ¿Esto no refuerza esa posición?
La idea no es apartarse, sino mejorar el sistema interamericano. Debe ser un organismo sujeto a una evaluación estricta de sus actividades. Hay excesos notorios, y casualmente, es con el caso de Alberto Fujimori que se produce una intromisión a la soberanía. Se le exige al Poder Ejecutivo incumplir una sentencia del Tribunal Constitucional. Se le está diciendo “olvídate de tu Constitución, tu principal tarea es cumplir y hacer cumplir las sentencias que nosotros damos”. Entonces, se emplaza a un Estado a pisotear su propia Constitución.
¿Ha comentado esta posición con embajadores de otros países?
Estaba hablando hace unos meses de ese tema. El Perú, formalmente, está promoviendo el diseño de una propuesta para reformar el sistema. Como te dije, la idea no es apartarse del sistema interamericano, sino mejorarlo. Hemos visto que hay una buena recepción. Se ha visto posiciones equivocadas que nos quieren imponer, por lo cual hay otros países que están descontentos con la forma en que la justicia interamericana a veces actúa.
¿De cuántos países hablamos en la región?
Podría decirse unos siete, contando al Perú. La Convención Interamericana tiene un papel, y para que no sea descuidado, se requiere combatir la ideologización, acabar con los mecanismos viciosos de nombramiento de jueces interamericanos. Se necesita, digamos, que existan mecanismos de control administrativo y financiero, con informes personalizados de la Comisión, porque ellos dependen de los Estados, y no están por encima de estos. Se nos había hecho una imagen de un golpe parlamentario en Perú.
¿Quién estaba en la ONU antes de usted?
El embajador Manuel Rodríguez Cuadros, que hizo un buen papel, más allá de sus ideas políticas. El problema es que, aprovechando la posición ideológica que hay en algunos sectores del sistema interamericano, imponían un lenguaje, unos términos de que se había producido una matanza en Perú por motivos étnicos. Esto daba a entender que todos los soldados y los militares peruanos eran caucásicos y habían atacado a cobrizos. Eso no encaja con la realidad, y además, muchos eran de las zonas donde hubo violencia. Mire usted en la composición del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. La inmensa mayoría somos claramente mestizos, y los mestizos ya toman las riendas del país. Ya no somos un país oligárquico, por lo menos en este sentido.
Víctor García Toma sobre viajes de Boluarte y agenda 2030
¿Cómo vio la polémica por los viajes de la presidenta? Hubo muchas críticas a lo que pasó con Joe Biden
En especial el viaje a Nueva York en el año pasado, fue una buena experiencia, y no solo ese. Gracias a que salió del país, hubo este acercamiento a Brasil, que ha sido muy importante para debilitar la posición de países que están bajo el signo de la democracia del siglo XXI.
¿Y comercialmente?
Con el de Chile se dialogó, y el presidente Boric tuvo un gesto muy importante, que fue un factor vital para que al Perú se le devolviera la presidencia de la Alianza del Pacífico. Allí vemos dos aspectos muy importantes, y en el ámbito de la de la ONU, el discurso presidencial estuvo dirigido hasta dar cuenta de lo que el Perú está haciendo para tratar de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible al año 2030.
La agenda 2030 fue muy criticada por Milei en Davos. Dijo que era un socialismo disfrazado…
La agenda 2030 consiste en que todos los miembros de nuestras comunidades políticas accedan a los bienes y recursos que hacen posible que sean integralmente seres humanos. Es decir, que puedan llegar a ser aquello que quieren y pueden ser. Hacerlo en esa línea, obviamente, encaja con el crecimiento económico.
¿No hay ideologías encubiertas?
Se incide en la distribución de los recursos. Estamos hablando en la conservación de esos recursos para que sean transmitibles a las futuras generaciones. No para que sea disfrute para una generación y que luego sea hambre y miseria para las que vienen.
Posición peruana frente a socialismo del Siglo XXI, Bukele y Milei
¿Cómo se planteó la respuesta a presidentes como Andrés López Obrador y Gustavo Petro, quienes atacaban a nuestro gobierno?
Todavía existe el fermento de las llamadas democracias del siglo XXI, del llamado socialismo del Siglo XXI, que es dictadura. Se ha criticado que esa propuesta la encabezan Cuba, Venezuela y Nicaragua. No sorprende esto en esos países, porque evidentemente están sometidos por las fuerzas, sino que desde fuera reciba de algún tipo de entusiasmo o adhesión. Luego ha aparecido el fenómeno populista autoritario.
En los últimos tiempos, se vio que Nayib Bukele desafiaba a la Corte IDH y a la CIDH…
Bueno, El Salvador ya está prácticamente apartándose. Es un tema especial por la seguridad, pero la pregunta es ¿qué va a pasar después? Todo proceso, obviamente, puede tener mecanismos de impugnación. Lo cierto es que los Estados son soberanos y que esa soberanía es inalienable. Ceder no significa transferir o abdicar. No significa desaparecer como comunidad política. En el caso del presidente Bukele, si el pueblo ha apostado por eso, uno puede decir muy bien. ¿Cómo va a devolverle al pueblo el ejercicio pleno de sus derechos de participación política, de decisión? Está claro que un poder absoluto finalmente degrada, y lleva a la pobreza. Digamos, tiene la tranquilidad, se ha recuperado la seguridad, pero más adelante, ¿qué va a pasar?
Víctor García Toma, ¿y sobre Milei?
En el caso argentino, Milei es una posición, digamos, liberal, pero entiendo que está, de una manera, conduciendo con inteligencia sus actos, porque está tratando de llegar a ciertos entendimientos con la oposición. Probablemente esa ley ómnibus saldrá o no se va a alcanzar a plenitud, pero probablemente va a ser un avance.
Misión: Defender la verdad
Usted entra en la ONU cuando Ana Gervasi era canciller. ¿Qué le dijo ella o la presidenta Boluarte que querían de usted?
Que se acreditara que en Perú se vive un Estado de derecho, una democracia, a pesar de sus problemas y debilidades, que somos un país que ha sufrido el azote del terrorismo, y ese fenómeno no ha desaparecido.
Día de la papa
Perú lideró a una coalición de países en lograr que la ONU declare el 30 de mayo como Día Internacional de la Papa. Esto se logró el ocho de diciembre pasado, cuando la Asamblea General aprobó el proyecto de resolución A/78L/L.16
“Es un elemento cultural, y tiene mucho que ver con nuestra economía. Perú es el país con más variedades”, señaló García Toma.
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