La cabeza de María Antonieta
Todo vale en la guerra del humo en la que está enfrascado este régimen. Luego del fiasco de “evaluar” la pena de muerte por parte del propio Martín Vizcarra para terminar desautorizándose él solo, el gobierno ha guillotinado a María Antonieta Alva, la ministra de Economía.
Sendos carteles aparecieron esta semana como por arte de magia en varios puntos de Lima dando vivas a la ministra, “por su juventud y dignidad”.
Por lo pronto, el globo de ensayo solo voló unos metros y causó apenas la curiosidad de los cuatro gatos que conocen a esta María Antonieta. Como el coronavirus de Wuhan sigue en marcha como noticia central –que afecta directamente la vida de cada cual aquí y en la China (ya fue declarada pandemia mundial), lo que hubiera sido motivo de cháchara, cotilleo y “sesudos” análisis ha quedado moribundo en el camino de la realidad
Lo que sí es relevante señalar es la tenacidad y audacia del gobierno en sacar cuanto conejo pueda del sombrero para tapar precisamente el desastre económico y la incompetencia por la que debería ser guillotinada la María Antonieta que nos ocupa. Lo real es que si el objetivo era ir midiendo reacciones para una delfina complaciente que se convirtiera en “reina”, no ha podido ser en peor momento y han terminado sacrificándola en el altar del ridículo.