Escribo este artículo un 9 de diciembre, fecha que conmemora el Día Internacional contra la Corrupción por las Naciones Unidas. Lo sucedido esta semana, convierte al Perú en un ejemplo internacional de victoria contra la corrupción al habernos liberado de una chusma ladrona que solitos se convirtieron en aprendices dictatoriales. En cuestión de horas, pasamos de un paradigma interminable de crisis hacia un carrusel de decisiones convenientes que fueron asumidas por las instituciones democráticas en respeto de la constitucionalidad. Una experiencia trascendental e histórica cargada de principios éticos que prevalecieron y merecen nunca ser olvidados:

1) La Justicia: Las imágenes de los capturados Castillo y Torres frente a la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides y el coronel Harvey Colchado, resumen un mensaje social a quienes justifican el daño, la obstrucción y el poder abusivo. La fiscal y el coronel encarnan el arquetipo de valentía y abnegación en el cumplimiento de sus funciones, sin haber retrocedido a las amenazas en contra de sus vidas y la de sus familiares. En nuestra memoria quedará el arresto de estos delincuentes en flagrante delito de rebelión según el artículo 346 de nuestra Constitución.

2) La Verdad: Hemos vivido más de un año de vergüenza con Castillo en el gobierno. Esto merece la reflexión y conciencia ciudadana. Hemos dejado que nos gobiernen con artimañas para encubrir una red corrupta. Nunca olvidemos que muchos guardaron silencio por meses y ahora buscan dar explicaciones sobre lo sucedido. La verdad prevalece sobre el mal, desespera a quien miente haciéndolo cometer los errores más absurdos.

3) La Soberanía y el Respeto a la Constitución: Las Fuerzas Armadas y Policiales fueron quienes marcaron la pauta de cumplir el ordenamiento jurídico e institucionalidad con un comunicado que dejó en claro que la Constitución peruana prevalece. Honor y gloria a los valores democráticos para enarbolar la frase de nuestro héroe máximo, el gran Almirante, Miguel Grau :”No reconozco otro caudillo sino la Constitución”. Conservemos la imagen que retrata a la Policía Nacional del Perú deteniendo al vacado, el corrupto Pedro Castillo.

4) La derrota de las izquierdas marxistas: La izquierda del Movadef y su contraparte Chavista a nivel internacional fueron los únicos culpables de animar a Castillo en dar el paso hacia una dictadura. Los delirios de copar el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial se apropiaron de los golpistas. Terminó vacado contando también con los votos de Perú Libre. Ahora, estos izquierdas apoyan la idea de convulsión social y cierre del Congreso intentando negociar una cuota de poder en el Gabinete Boluarte que juramentará pronto. Movadef y todas sus organismo generados merecen la exclusión del Perú al ritmo de “El baile de los que sobran” de la banda musical Los Prisioneros. La izquierda internacional de AMLO, Evo, Petro y compañía, que piden el asilo de Castillo, están derrotados en sus bases ideológicas con lo sucedido en el Perú. Están cometiendo una injerencia en nuestra soberanía. La única respuesta alturada será protestar enérgicamente tan pronto asuma el nuevo gabinete.

El paraguas de principios democráticos deben ser puestos en valor al interior del país. La presidente Dina Boluarte, deberá conformar un Gabinete de unión que busque como objetivo la promoción de las inversiones para reactivar la economía y así descartar la Asamblea Constituyente. Esta es la única fórmula que hará derrotar a quienes buscan dividirnos con gritos.

Es el momento de ofrecer apoyo al pueblo en condiciones de crecimiento económico con inversiones privadas para salir de la pobreza. Solo así se puede lograr cubrir las necesidades en alimentación y salud de quienes más lo necesitan. Celebremos, el 7 de diciembre como nuestro Día Nacional contra la Corrupción. Viva el Perú.

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