Fiel a su estilo, Estados Unidos muestra claras señales de su interés hacia nuestro país:

1) Tras 20 años, en agosto, desbloqueó la interdicción aérea no letal contra el narcotráfico en Perú.

2) Esta semana, Boluarte recibió al asesor especial para las Américas de EE.UU., Christopher Dodd. Es el exsenador encargado de los compromisos de la Cumbre de las Américas 2023 y de impulsar la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEA).

3) La Jefa Militar del Comando Sur de los EE.UU., Laura Richardson, detalló su apoyo a nuestras Fuerzas Armadas en seguridad marítima, defensa cibernética, preparación ante desastres, asistencia humanitaria, mantenimiento de la paz, derechos humanos, combate a la pesca ilegal y contrabando internacional.

La declaración de Dodd fue contundente: “Debemos enfrentar problemas como la desigualdad y la falta de confianza en la democracia”. Luego, entregó a Boluarte una invitación para la Cumbre Inaugural de Líderes de la APEA a realizarse en noviembre en Washington. El fortalecimiento de las relaciones bilaterales es innegable e impulsado por una percepción positiva hacia el Perú. Alexis López, Director de Radio y Televisión de Santiago de Chile, comentó: “Perú debería sentirse orgulloso de su firmeza democrática al poner límites a Castillo”. En esencia, Perú ostenta un valor geopolítico al detener la corriente chavista en una región de inestabilidad, fragilidad institucional y conflictos.

Nuestro país podría ser referente de América Latina si retoma el crecimiento y reduce la pobreza con apoyo económico. Los coqueteos estadounidenses con Ecuador no avanzan. Mientas el canal de Panama enfrenta atascos climáticos, Chile intercambia insultos con Nicaragua y Colombia. Brasil lucha con problemas ambientales en sus mega ciudades. Para los gringos es evidente la influencia china en Perú y eso conviene por ahora. Contamos con inversiones chinas superiores a 30 mil millones de dólares. En minería, tienen el 20% y buscan más cobre. Su presencia en finanzas e infraestructura es notable, incluyendo el megapuerto de Chancay, la electricidad y más sectores. Si EE.UU. mantiene su decisión, Perú es la inversión estratégica para competir con China en América Latina.

En agosto de 2019, Trump instó a las empresas estadounidenses a buscar alternativas a China debido a las amenazas que representaba para su seguridad nacional. Desde ese momento, republicanos y demócratas coinciden en que EE.UU. se equivocó al invertir en China durante más de 40 años, entregando tecnología e industria clave. En este nuevo escenario de “Guerra Fría”, Washington no percibe al comunismo ideológico como la única amenaza en América Latina. El problema de la inseguridad vinculada a la corrupción y falta de derechos económicos y sociales, ha facilitado la expansión económica de China.

El mar de China marca la Ruta de la Seda hacia nuestro continente con enormes flotas hacia Chancay que deben ser vigiladas. EE.UU. y sus aliados en la región Indo-Pacífico detectaron actividades ilegales de China en las costas de Omán para capturar calamares en el 2021. En Ecuador, ocurrió algo similar el 2020. Con estas evidencias, EE.UU., Australia, India y Japón lanzaron en el 2022 la iniciativa Indo-Pacific Maritime Domain Awareness o IPMDA, para combatir la pesca ilegal usando tecnología satelital e inteligencia artificial para la vigilancia oceánica.
Si lo necesitamos, actuemos. Boluarte, con la ayuda de Gervasi, también puede fortalecer las relaciones con inversionistas norteamericanos con ocasión del viaje a la Asamblea de las Naciones Unidas la semana entrante.

Desde hace décadas, EE.UU. no había activado estrategias hacia el Cono Sur. Si se trata de inversiones, protección laboral, derechos humanos y cooperación para reducir la pobreza es preferible EE.UU. que la China.

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