Levantamiento del secreto bancario: mitos y realidades

Confidencialidad adquiere dimensión cada vez más limitativa debido a nuevas tecnologías virtuales.

Por Luis Lamas Puccio

No es que no sean importantes las modificaciones que se han hecho al levantamiento del secreto bancario que aparece señalado en nuestra Constitución Política, en términos a que antes de la modificación referida el develamiento del derecho a la confidencialidad bancaria era de manera exclusiva una prerrogativa que solo le correspondía suspenderla un juez, al fiscal de la Nación y a una comisión investigadora del Parlamento. Hablo de la Ley 31507 publicada hace pocos días en el diario oficial que modifica el inciso quinto del artículo segundo de la Constitución Política, incluyéndose a partir de ahora a nuevos actores funcionales en el tema del levantamiento del secreto bancario.

Hoy en día es una facultad que también le asiste al contralor general de la República y a la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, siempre que se trate de fines específicos vinculados con el manejo de la inteligencia financiera, que como sabemos corresponde a la denominada Unidad de Inteligencia Financiera.

Globalización financiera

Lo que sucede es que el secreto bancario, a diferencia del valor estratégico en términos de fiscalización e investigaciones que tenía hace algunos años, en la actualidad ha adquirido una dimensión distinta, diferente y en gran medida cada vez más limitativa, como consecuencia de las nuevas tecnologías virtuales y de la globalización financiera, empresarial y bancaria que vive el mundo entero.

La digitalización de los operaciones bancarias a gran escala y en su totalidad, ha hecho que, a diferencia de lo que sucedía hasta hace pocos años, el dinero físico cada día deja de existir como tal para dar paso a un medio virtual que solo aparece en las pantallas de una computadora o cualquier otro medio digitalizado o una terminal digital, cuyo uso y gestión se encuentra a disposición de cualquier persona, usuario y empresa en cualquier lugar del planeta sin mayores exigencias que ser parte del internet.

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